El cambio de vestimenta del tenista Roger Federer motivó que una organización suiza dedicada a investigar condiciones laborales en diferentes partes del mundo comenzara una campaña para que el nuevo sponsor del número dos del mundo mejore la situación de sus trabajadores.

En el inicio del torneo de Wimbledon, Federer comenzó a lucir ropa de la marca japonesa Uniqlo, con la que selló un vínculo de 10 años por 300 millones de dólares, y dejó atrás su histórica relación con la firma estadounidense Nike.

Ese cambio motivó que la organización suiza Public Eye, que desde 2015 denuncia la precariedad de las condiciones laborales de las trabajadoras de Uniqlo en su fábrica de Indonesia, lanzara una campaña para que los aficionados de Roger Federer en todo el mundo le escriban al astro para que le exija a su nuevo patrocinador que mejore la situación laboral de sus empleadas.

Ante una consulta de dpa, la agencia alemana de relaciones públicas de Uniqlo aseguró que las directrices de la empresa sobre las condiciones de trabajo son cumplir con las normas internacionales de derechos humanos y que no se toleran las violaciones a esos derechos.

El año pasado, la organización "Clean Clothes Campaign" (Campaña de Ropa Limpia), que promueve mejores condiciones de trabajo en la industria textil, llevó a cabo una dura protesta contra Uniqlo por el mismo motivo.

El diario suizo "Blick", en su edición online del miércoles, publicó un duro artículo contra el campeón de 20 Grand Slam y su nuevo auspiciante titulado "Las costureras sangran por el rey Roger".