Niños tailandeses rescatados y su entrenador ingresan a un monasterio budista

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Niños tailandeses rescatados y su entrenador ingresan a un monasterio budista

Miembros del equipo de fútbol que fueron rescatados de una cueva inundada asisten a una ceremonia budista mientras se preparan para ser ordenados como monjes budistas y novicios. Foto: AP
Con las cabezas rapadas y vestidos con túnicas blancas, el grupo fue ordenado en un templo budista en la provincia de Chiang Rau.

11 de los 12 niños del equipo de fútbol rescatado de una cueva en el norte de Tailandia y su entrenador ingresaron hoy por unos días en un monasterio budista para expresar su gratitud por el rescate tras haber haber permanecido más de dos semanas atrapados.

Los miembros del equipo de fútbol Wild Boars rescatados de la cueva Tham Luang posan para los fotógrafos durante su ceremonia de ordenación de monje budista en el templo Wat Phra That Doi Wao en Mae Sai, Tailandia. Foto: EFE

Con las cabezas rapadas y vestidos con túnicas blancas, el grupo fue ordenado en un templo budista en la provincia de Chiang Rau, en el norte del país, en el que permanecerán nueve días. El entrenador, de 25 años, servirá como monje durante tres meses.

El entrenador de fútbol Ekkapol Chanthawong (primero de la fila), y miembros del equipo de fútbol que fueron rescatados de una cueva inundada, asisten a una ceremonia budista se preparan para ser ordenados como monjes budistas y novicios. Foto: AP

Bajo la lluvia, el grupo hizo una ofrenda floral a los padres y la viuda de Saman Kunan, el buzo de la Marina que perdió la vida mientras suministraba botellas de oxígenes dentro de la cueva durante el dramático rescate, para expresar su arrepentimiento y pedir disculpas por todas sus equivocaciones.

Los compañeros de equipo de fútbol Chanin Vibulrungruang (i) y Mongkol Boonpiam, que fueron rescatados la semana pasada de una cueva inundada, son ordenados como monjes budistas y novatos. Foto: AP

Los casi 70 millones de tailandeses son en su inmensa mayoría de religión budista y es habitual que los adolescentes o adultos ingresen un tiempo en el monasterio.

El equipo fue sorprendido el 23 de junio por una súbita inundación cuando se encontraba en la cueva del norte del país y quedó atrapado a unos cuatro kilómetros de la entrada. Con ayuda de un equipo internacional de rescate se consiguió sacarlos en una operación que muchos consideraban imposible y que mantuvo en vilo al mundo durante días.