La Secretaría de Hacienda y Crédito Público del nuevo gobierno anunció la compra de una parte de los bonos que se emitieron en los mercados internacionales para financiar la construcción, las obras continúan a pesar de que la cancelación del Aeropuerto en Texcoco se mantiene en pie.

Si la recompra de bonos resultara exitosa, esto podría aliviar algunos riesgos a corto plazo y se obtendría una reducción inmediata de hasta mil 800 millones de dólares de la deuda pendiente, afirmó Fitch Ratings.

El consejo de Administración del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) señaló que esta acción pretende dar certezas a los inversionistas. Sin embargo, economistas consultados por Animal Político contrastaron en que se trata de una estrategia para evitar posibles demandas.

Hay una decisión “que ya se anunció y ya se tomó, ya se consultó al pueblo, ya se resolvió que no va a continuar el Aeropuerto de Texcoco”, señaló Martí Batres, presidente de la Mesa Directiva en el Senado.

Los bonos verdes, el “nuevo” instrumento de deuda sustentable en México implementado por Enrique Peña Nieto permitió adquirir capital para costear la construcción del Aeropuerto en Texcoco.

Pero, ¿Qué son estos bonos “verdes”?

El GACM colocó en los mercados internacionales bonos por un total de 6 mil millones de dólares, con el objetivo de recaudar dinero para la construcción del Aeropuerto a través de un fideicomiso.

Estos fueron comprados por inversionistas en Nueva York, Estados Unidos, y estos se emitieron en cuatro series: tres de mil millones de dólares, mismos que se pagarán en 2026, 2028 y 2046; la tercera de 3 mil millones con fecha de vencimiento en 2047.

La llegada de estos instrumentos ocurre en medio del compromiso de México para producir hasta 35 por ciento de la electricidad total con energías renovables en 2024.

De acuerdo con las reglas de los bonos, éstos estarían garantizados por la Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA) que es el monto que pagan los pasajeros por el uso del Aeropuerto Internacional Benito Juárez, esto una vez que iniciara operaciones en NAIM.

¿Cuántos se van a comprar y por qué?

El GACM anunció la oferta de compra por hasta mil 800 millones de dólares de los bonos, para cubrir “el vacío de información, con acción muy concreta y que dé certeza a los inversionistas”.

Según el documento, los bonos se comenzarían a comprar el lunes a las 7 de la mañana en Nueva York por 0.90 centavos de dólar, un precio mayo al que cotizaba, que era de 0.77 centavos de dólar.

Este lunes Andrés Manuel López Obrador dijo que las inversiones de los accionistas del nuevo aeropuerto estaban garantizadas y que, los acuerdos con las empresas constructoras se estaban alcanzando.

Sin embargo, Valeria Moy explica que el grupo tiene la opción de cancelar la obra y no pagar los bonos, “Eso se llama situación de incumplimento o default, pero las condiciones financieras que tendría el país hacer eso son gigantes, porque en ese momento la tasa de interés se te va al cielo, porque quiere decir este país tiene un enorme riesgo de que no pague”.

¿Quiénes pagarán?

“Con la caja que existe, con lo que ya existe en un bolsillo, se van a repagar parte de la deuda que ya existía”, explicó Arturo Herrera, el nuevo subsecretario de Hacienda y Crédito Público. Un total de 120 mil millones de pesos de la caja del aeropuerto serán utilizados para atender todos los compromisos relacionados con la obra.

Respecto ala compra de mil 800 millones de dólares en bonos, Valeria Moy señala “es lo que tienen ahorita disponible para pagar, no tienen seis mil, no hay manera de que lo paguen ahorita”.

Asimismo, Raymundo Tenorio menciona que los mil 600 millones de pesos correspondientes a la fibra E, se solventará a través de la deuda pública. “Nos vamos a pagar a nosotros mismos”, añade.

Sus contradicciones

El coordinador de proyectos del IMCO, Jorge Castañeda, indicó que durante el proceso de recompra, el gobierno se podría enfrentar con los llamados fondos buitres, que no son otra cosa que adquirir una gran cantidad de bonos para tener un porcentaje para negociar con el gobierno.

“Como ellos ya tienen mucha de la deuda que compraron mucho muy barata, tienen una posición ventajosa con el estado mexicano”, apuntó.

Con la cancelación del aeropuerto, se aceleraron una serie de medidas que obligan al gobierno a pagar una cuantiosa suma de dinero y “se ha creado un boquete en las finanzas del presupuesto del próximo año”, señaló Castañeda. “El gobierno mexicano puede pagar esto, no va a quebrar. Es mucho más grande su presupuesto, pero sí crea un problema severo”, añadió.

No obstante, para los inversionistas que compraron bonos, México ya incumplió y esto generará problemas en las siguientes emisiones de deuda en los proyectos como el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas.