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Notas
Los apuntes que siguen los saqué del libro “Divagario”, de don Andrés Henestrosa.
-El armandillo no sabe nadar. Tiene uñas tan fuertes que si con ella se agarra a un objeto resistente y se le ata por la cola a una yunta de bueyes, antes se hace pedazos que soltarse. “Los indios descubrieron una manera de dominarlo muy sencilla: si se le mete un dedo por el ano el animalito se entrega manso y tranquilo”. Se dice que el armadillo cohabita con toda suerte de alimañas que se dejen. Y comenta Henestrosa: “Como si eso no lo pudiera hacer el hombre en caso de apuro”.
-La voz “canoa” es la primera palabra americana que adoptaron los españoles. Antonio de Hebrija la registró en su “Vocabulario” de 1493, y Colón la usó en su primera carta.
-Los conquistadores no conocían el armadillo, el colibrí ni la luciérnaga. A aquél le llamaron así por parecer que trae armadura. También le dijeron “mulita”. A la luciérnaga la llamaron antes “Lucerna”. Al colibrí lo bautizaron con el nombre de “tominejo”, bidiminutivo proveniente de “tomín”, una moneda muy pequeña.
-Es tan santo el chocolate
que de rodillas se muele,
juntas las manos se bate
y viendo al cielo se bebe.
-Casa Madero tuvo un programa de televisión producido por Eulalio Ferrer en que debatían José Vasconcelos, Alfonso Junco y Andrés Henestrosa.
-“No hay pan sin afán”.
-Coyol, los testículos del varón, por la forma de una semilla.
-Yaya. Abuela, en Oaxaca.
-La frase de Juárez “El respeto al derecho ajeno es la paz” se atribuye a Benjamín Constant.
-Bella cita: “Corta las rosas, córtalas hoy mismo; de su recuerdo vivirás después”. Ronsard.
-Comanance. Hoyelos en las mejillas de la mujer. Se usaba en Oaxaca. Quizá de nance, frunta con hoyuelos.
-Altamirano, a quien Henestrosa describe como “un liberal que era capaz de colgar al cura de pueblo en cuya mesa se sentó después de oir misa”, nació un 13 de noviembre, se casó un 13 de noviembre y murió un 13 de noviembre. Predijo la fecha de su muerte.
-“Noviembre, dichoso mes, que empieza con Todos Santos y acaba con San Andrés”.
-“Soy ateo de día y creyente de noche”.
-“Era hombre joven, tal vez de 70 años”. Escribió eso cuando rondaba ya los 100.
-Cuenta Henestrosa que conoció un árbol “funesto al hombre y a la mujer, que de sentarse bajo su sombra se le hinchan las partes”.
-Verso de Machado: “Donde el pobre río termina, la inmensa mar nos espera”.