El Constitucionalista, un periódico revolucionario

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El Constitucionalista, un periódico revolucionario

Diferencias. El autor destacó la importancia de rescatar estos textos y expresó que Don Vito Alessio Robles difería en opiniones con Carranza. Foto: Marco Medina
La publicación acompañó en cien números la campaña de don Venustiano Carranza contra el régimen de Victoriano Huerta y fue compilada en facsímil por Javier Villarreal Lozano

En 1913, tras la traición de Victoriano Huerta a Francisco I. Madero, el gobierno de Coahuila, liderado entonces por Venustiano Carranza, desconoció su mandato y marchó contra el usurpador.

Durante este tiempo, del 2 de diciembre de 1913 al 27 de agosto de 1914, la campaña militar estuvo acompañada y sus progresos registrados en el diario El Constitucionalista, impreso en los lugares por donde pasó el ejército, desde Sonora hasta la Ciudad de México, recorrido que lo llevó a Saltillo.

100 publicaciones se hicieron de este diario, 99 de las cuales estuvieron resguardadas en el Centro Cultural Vito Alessio Robles y cuyo director, Javier Villarreal Lozano, reunió en una edición facsimilar que presentó este miércoles en el recinto, como parte de las actividades del Festival Internacional de las Artes Julio Torri, con comentarios de Felipe Ávila.

“En todas estas decisiones trascendentales que tomó Venustiano Carranza en unas cuantas horas lo que más trascendió es que al ser derrocado Francisco I. Madero y al asumir ilegítimamente la Presidencia de la República Victoriano Huerta y al haber obtenido el reconocimiento de los otros dos poderes federales, así como de la mayoría de los gobiernos estatales, Venustiano Carranza definió que eso inaceptable, que ahí se estaban violando las leyes y que la única autoridad electa constitucionalmente y por lo tanto el único representante legal de la nación y de los poderes públicos era él, porque era el único que no reconoció al gobierno usurpador”, comentó Ávila.

Publicación. Villarreal Lozano vio necesario la publicación de estos textos, perpetuando así la información de escritores junto a las fuerzas armadas.

Destacó que todas estas decisiones Carranza las hizo con estricto apego a la ley y señaló que el periódico es “justamente el órgano de difusión de ese gobierno de la República, legítimo, que representaba Venustiano Carranza”.

Describió el esquema de los periódicos de la época, el cual seguía El Constitucionalista, y que era de menor tamaño a los actuales, pero que jerarquizaba las noticias de manera similar y hasta contaban ya con publicidad.

Entre la información que esta publicación presentaba de manera particular se encontraban aquellos datos que daban cuenta del progreso hecho por las fuerzas del Ejército Constitucionalista, así como aquellas que trataban las noticias como si el gabinete de Carranza fungiera ya como el oficial de la nación.

El diario publicado tres veces por semana trató la información “como si fuera el (diario) de un gobierno constituido que controla buena parte del territorio y que está informando a los ciudadanos todo lo que está haciendo su gestión de gobierno” aún y que para cuando se lanzó el ejército tenía controlado la mitad del territorio nacional.

Por su parte el autor destacó la importancia de rescatar estos textos y expresó que don Vito Alessio Robles difería en opiniones con Carranza “en el afán de reunir información sobre lo ocurrido en el pasado” se encargó de reunir 99 de las 100 publicaciones —falta sólo el último número—, resguardados en el acervo que ahora se encuentra en el centro cultural bautizado en su honor, colección que ni siquiera la Hemeroteca Nacional tiene tan completa.

Por lo mismo Villarreal Lozano vio necesario la publicación de estos textos, perpetuando así la información que editores y escritores itinerantes junto a las fuerzas armadas constitucionalistas se encargaron de publicar con la sola intención de apoyar un movimiento en pro de la democracia mexicana.