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¿A quién representa el CCE, a la empresa o al gobierno?
Pymes de todos los giros y de ciudades tan distantes unas de otras, como Tijuana y Mérida, me pidieron ayer que le preguntara a Carlos Salazar Lomelín si el Consejo Coordinador Empresarial representa a la IP o al gobierno, porque los pronunciamientos con los que se aderezó el aparatoso anuncio de inversiones por un billón de pesos para infraestructura y otros rubros, tienen cierto aroma oficialista que es motivo de glosa en diversos ámbitos de la economía privada mexicana.
Les platico: José Luis Canto, microempresario de la rama de la construcción en la zona de Valladolid, Yucatán, me dijo que al líder del CCE sólo le faltó decirle a López Obrador que “siguiendo sus instrucciones, la IP presenta ante usted éste programa de las 147 obras de infraestructura”.
Miguel Ángel Uribe, de la rama de servicios en Tecate, Baja California, y con fuerte presencia en Tijuana, se preguntó tras el anuncio del plan de infraestructura si el CCE es un organismo de apoyo a los empresarios o al presidente López Obrador.
“El comportamiento no verbal de los líderes empresariales que estuvieron para éste anuncio, es entreguista y la actitud de López Obrador ante ellos es como si ellos formaran parte de su gabinete”, añadió.
“Se refieren a él como si fuera su jefe y la pregunta es: ¿dónde quedamos los empresarios que se supone estamos representados en las cámaras y organizaciones de cuya membresía presume el CCE?”, indicó Arturo Gutiérrez, propietario de una empresa agroindustrial con operaciones en el Bajío.
Y aseguró que a ellos –los principales productores de aguacate en la zona de Zamora, Michoacán– nadie de los dirigentes de la IP que estuvieron en Palacio Nacional los tomó en cuenta para “ir a pararse el cuello y quedar bien ante López Obrador”.
Y Arturo fue más allá al decir que el presidente del CCE da la impresión de estarse promoviendo él por encima de los auténticos intereses de los empresarios, “porque a los pymes no nos toma en cuenta y entonces, habrá que preguntarles a los grandotes si ellos le han dado línea para que se mueva como un ministro más del gobierno de la 4T”.
Le pregunté a Miguel Ángel García, socio de tres hoteles en la Riviera Maya, ¿qué pronunciamientos serían los que él y sus colegas quisieran que el CCE planteara ante el presidente, aprovechando su evidente cercanía?
Y me respondieron él y su socio Felipe Esparza García: “En primer lugar, quisiéramos saber qué tan ciertos y validados por qué empresas son los 147 proyectos que fueron anunciados”.
“En muchos rubros solo mencionan cosas como 1,200 cuartos en una primera fase en Cancún; está bien, es una inversión de 5 mil 400 millones de pesos, pero no tienen nombre ni apellido, es decir, no dice quiénes se van a aventar ese tiro”.
“En contraste dicen, Grupo Brisas invertirá en oferta hotelera en Guanajuato, CDMX y Monterrey para 657 nuevos cuartos con una inversión de 2 mil 80 millones de pesos. La falta de precisión en uno pone en evidencia la falta de la misma en otro, lo cual da muy mala espina porque pareciera que son llamaradas de petate para distraer a la audiencia”.
“Esas inversiones no son creíbles si no dicen quién las va a aportar, porque no es por hacerle al abogado del diablo, pero tenemos qué rastrear la realización de esos proyectos y queremos saber si se van a ejecutar y si no para señalar si hubo fallas en el proceso; saber si ya están las autorizaciones, si los gobiernos estatales están en la jugada”.
Sergio Martínez Estrada, mediano empresario de la construcción en Metepec, Estado de México, me dijo que en Palacio Nacional se anunció una inversión de 20 mil millones de pesos para el tren interurbano México-Toluca.
“A los que le sabemos a esto nadie del CCE nos pidió asesoría y resulta que ese tren no va a pasar por el aeropuerto de Toluca, lo cual es una aberración, porque en todo el mundo, transportes como ese tocan los aeropuertos. En los París, Frankfurt, Tokio, los pasajeros llegan y salen de ahí en trenes y ya vemos a los pasajeros en Toluca con sus maletotas tomando taxis o camiones para hacer sus interconexiones”.
Fallas como ésta nos hablan de que tales proyectos de infraestructura tienen toda la pinta de ser relumbrones para que se luzcan los líderes empresariales que no salen del Palacio Nacional”, agregó.
Sergio dijo no entender cómo los empresarios que supuestamente forman parte del programa de las 147 obras se prestan a esto, “si el mismo gobierno quiere proyectar al aeropuerto de Toluca ligado al Santa Lucía por capricho de López Obrador y ahora resulta que el tren interurbano no pasa por el de la capital del Estado de México”.
¿Qué quisieran los empresarios entrevistados que le informaran los líderes de la IP al presidente? Que las exportaciones en octubre cayeron 1.5 por ciento en su tasa anual; las manufacturas retrocedieron 0.1 por ciento, que representan el 90 por ciento de lo que México vende al extranjero; y las automotrices cayeron en el mismo mes 6.2 por ciento.
Ese 1.5 por ciento de disminución en las exportaciones equivale a mil millones de dólares menos que entran a la economía nacional, con su consecuente disminución de tasas de empleo.
Y también, los empresarios a quienes entrevisté, quisieran que sus líderes le dijeran al presidente que las importaciones de bienes de capital en octubre cayeron 13 por ciento.
Lo preocupante de este indicador es que toda importación de bienes de capital equivale a ampliaciones de planta y esto significa que digan lo que digan, la actividad empresarial mexicana está retrocediendo, porque quien no invierte en bienes de capital, no va a crecer en el futuro.
CAJÓN DE SASTRE
“El CCE y organismos afines de la IP, están para apoyar a los empresarios, no para hacerle el caldo gordo ni andar de lisonjeros del gobierno, como a todas luces está sucediendo. De la abundancia del corazón, habla la boca”, sentencia la irreverente de mi Gaby.