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Optimismo en las alturas (Quinta y última parte)
A uno le llama “tapetito” y a otro, “florero”. Fue director de Recursos Humanos y compañero durante ocho años del primero, Carlos Salazar Lomelín, presidente del CCE y antes director general de FEMSA. Durante su tiempo en “Cervecería” no sé si le tocó trabajar ahí con Poncho Romo -su segunda mención- pero lo conoce muy bien.
Les platico: es presidente del Congreso Nacional Ciudadano y me buscó para dar su opinión sobre mis artículos acerca de mi reunión con Carlos y con el capitán de industria.
Acostumbro cruzar con otras fuentes la información vertida por la original y cuando lo hice en éste caso, validé la contrastante impresión que el economista que preside al máximo organismo de la IP, representa para quienes tomarán la voz de aquí en adelante, a propósito del cuestionamiento al que fue sometido sobre su cercanía con MALO. Va.
1.- Gilberto Lozano: “Tus artículos describen muy bien a Carlos Salazar. Los ocho años de ser compañeros de trabajo me permitieron -como responsable de RH en FEMSA- tener su perfil muy bien definido.
Él puede fotografiarse con el Chapo o con Soros, porque su necesidad de reconocimiento es patológica.
Su ego lo hará pasar a la historia por el daño que le causa a México. Por eso invitó a EPN y a Rodrigo Medina a inaugurar el estadio vacío de los Rayados.
Por lo mismo aceptó ser comparsa del Bronco como presidente de esa monserga buena para nada que es el Consejo de Planeación.
Siempre lo verás hablando de su amor por México, pero es una veleta. Es abyecto ver a empresarios lambiscones adulando a MALO. Por cierto, algunos como él ni lo son, pues nunca han creado un empleo.
Esos que le lamen los zapatos al gobierno son peligrosos para los mexicanos. Son traidores y vendidos, como Slim, los Vázquez Aldir, Azcárraga, los Hank Rohn, José María Roboo y otras focas aplaudidoras del ´cuatrote´; todos son primero sus dientes que parientes.
Ellos dividen a los auténticos empresarios, para cubrir, proteger y contener el hartazgo de la gran mayoría de los emprendedores mexicanos”.
2.- Y hablando de emprendedores, Edwin Alejandro Valdés Cabello es uno muy joven de ellos y acerca de Carlos Salazar dijo esto:
“Es un gran ejecutivo de empresas. Hace varios años lo conocí en una conferencia que impartió; después de ese evento, con varios amigos fundé una asociación para fomentar la participación ciudadana y formar a jóvenes como líderes sociales, mediante propuestas, no solo críticas, para mejorar a México.
Invitamos a Carlos como nuestro asesor y todo marchaba bien. Nos pareció muy comprometido con las causas sociales, porque así lo externa cuando habla en público.
Pero como todo, la ambición de poder hace que salga el verdadero yo de cada persona. Cuando nuestra asociación empezó a tomar relevancia, Carlos quiso quitarnos a la mala al grupo que teníamos.
Usando sus influencias habló con autoridades del Tec de Monterrey para sacarnos del proyecto que habíamos conformado, lo intentó porque no estábamos dentro de sus intereses personales.
Pero con fortaleza y audacia defendimos a nuestro grupo. Y como no pudo con nosotros, decidió en conjunto con el ITESM, formar el proyecto institucional ´Acciones por México´ que sigue vigente.
Si nos hubiéramos dejado, hoy nuestro proyecto estaría en manos del ITESM y de Carlos, pero no lo permitimos y eso me llena de orgullo.
Sería muy atrevido de mi parte llamarlo traidor, pero sin duda fue una mala experiencia personal de ese ejecutivo poderoso, que habla de su amor por México pero en realidad la ambición de sus intereses lo lleva a hacer lo contrario.
No dudo que Carlos ame a México y como muchos mexicanos desea un mejor País, pero a él lo mueven sus intereses personales y también lo mueven algunos grandes empresarios que quieren seguir siendo los oligarcas que siempre han sido, haciéndose compadres del presidente en turno.
El amor de Carlos por México está en entredicho. Se le nota que es una comparsa de López Obrador. Así pasó en Venezuela con los empresarios que apoyaron a Chávez.
También creo que MALO como tú bien le dices, está destruyendo lo poco que México empezaba a construir: ser un País de instituciones. Hace falta articular una oposición política y ciudadana inteligente para evitar que éste MALO y sus cómplices en intereses y conveniencias, destruyan a México.
Venezuela vive esto; ya veremos después del 2024 cómo pagaremos las consecuencias de tener un presidente así de malo”.
Y cuando nos despedíamos me soltó a manera de postdata lo siguiente: “Tengo otra historia parecida que me tocó con Tatiana Clouthier. Cuando quieras te la cuento”.
Como colofón al desayuno con el presidente del CCE, el capitán de industria que la hizo de testigo de calidad -que por cierto resultó ni tan mudo ni tan pasivo como las enfermeras del Dr. Argelio Santos- me pidió que agregue lo siguiente que le dijo al final a nuestro invitado:
“Los grandes empresarios como Slim y otros de su calaña no necesitan de la representación ni apoyos del CCE, pues esos oligopolistas se defienden solos y ya saben cómo hacerle porque han vivido prendidos de la “teta” del gobierno.
Tu responsabilidad, Carlos, es proteger a los que no viven del gobierno ni están prendidos de la “ubre”. Debes representar a quienes arriesgan su patrimonio y han ascendido pasa a paso por el tortuoso camino de la IP y que dan empleo al 70% de la fuerza laboral mexicana.
No como los protegidos del gobierno que se enriquecieron en condiciones poco claras y que encima te piden que los representes para seguir viviendo del presupuesto oficial…esos no son los que necesitan tu apoyo, y sin embargo clara y públicamente tú los apoyas y olvidas al gran gremio empresarial que sí te necesita.
Sería bueno que aunque no veas un gran futuro personal para ti en lo particular, los defendieras y harías así un México más fuerte, cosa que este régimen no parece apoyar.
Hay millones de pymes desamparados y atemorizados, que son la verdadera fuera motriz de la economía nacional. Deja a Slim que se defienda solo.”
Y habiéndose desahogado al decir lo anterior, se apresuró a terminar su machacado sin cebolla, que se le enfriaba en la mesa.
CAJÓN DE SASTRE
“Y como el tema de Tatiana va a desatar otros dos artículos -o menos, como tres, parafraseando al inefable EPN- colorín colorado, la historia de tu encuentro con Carlos Salazar, con el capitán de industria y con el machacado sin cebolla, se ha acabado”, remata la irreverente de mi Gaby.
PD Mi Gaby y yo deseamos que pases una Navidad feliz, feliz, feliz…como dice ya sabes quién...