Guerras y garras

Usted está aquí

Guerras y garras

Les platico:

Guerra: La declarada por MALO y sus alfiles en los tres poderes -Ejecutivo, Legislativo y Judicial- contra los que ellos llaman apátridas, neoliberales, conservadores, fifís, traidores, imperialistas, vulgares, corrientes, insulsos, triviales, antirrevolucionarios, ramplones, insustanciales, ricos y cacas.

Garra: Con la que defienden al presidente los acólitos de la 4T mediante sus etílicos ataques a los “defensores del prian”, cada vez que se endereza una crítica contra los nulos resultados que el actual gobierno le ha dado a México en ya 15 meses.

Guerra: Entre los que votaron por MALO y quienes no. Nunca en la historia de México se había dado un enfrentamiento tan visceral, material y literal entre los defensores de una corriente política gubernamental y otra que se oponga a ella.

Garra: La sacada por la 4T para justificar el enriquecimiento de Manuel Bartlett y su “quién sabe qué será” Julia Abdalá, si esposa, concubina, novia, pareja, esposa, amante, roomie, compañera de pupitre, socia, jefa, subordinada, empleada, movida u lo que sabrá el Dios de Spinoza qué sea.

Guerra: La retórica del macuspano contra sus propios paisanos que no lo dejaban hablar cuando trató de justificar a su gobierno aludiendo que se han repartido millones de becas que -al menos en esa región de Tabasco- no se ven por ningún lado, según le gritaron los que ahí estaban.

Garra: Sucia la que le sacaron a Ana Guevara -la de CONADE- por los trafiques de más de $50 millones de pesos en facturas falsas, desvío de recursos públicos, viajes y prebendas para sus favoritos buenos para nada que engrosan las filas de las delegaciones deportivas y que en vez de apoyar a los atletas les estorban.

Guerra: La de los cárteles de la droga por apoderarse de las zonas de mayor consumo en México, aprovechándose de la ineficacia de la Guarida Nacional; de la falta de coordinación entre las fuerzas policiales federales, estatales y municipales y de la mano suave exhibida por el inquilino del Palacio Nacional porque no quiere caer -según él- en la guerra que se desató en tiempos de Calderón.

Por si no se ha dado cuenta, las contundentes cifras de organismos internacionales que observan con lupa con que ocurre en México en materia de seguridad y los datos de los propios organismos oficiales de la materia, la guerra sigue existiendo y no solo eso, sino que se ha recrudecido.

Garra: La exhibida por las luchas intestinas de las tribus dentro de Morena para hacerse del control de ese partido ante el filón que representan los miles de millones de pesos que le tocan para financiar las campañas políticas -y otros gastos muy alejados de ese rubro- del 2021.

Guerra: El ambiente que se vive en muchas familias mexicanas, provocada por la beligerancia verbal del presidente que es tomada al pie de la letra y cual si fuera el catecismo de la “revolución moral” por sus afines, que no se tientan el alma para caerles encima a quienes ellos acusan de ser defensores de los priistas y panistas.

Garra: Y dientes con los que se están sentando a renegociar los líderes de las centrales obreras, los contratos colectivos de trabajo ante sus contrapartes empresariales, a la luz de las reformas decretadas para modificar la Ley Federal de Trabajo, que permite la existencia de varios sindicatos dentro de una misma empresa.

Guerra: Y fuego amigo los que se traen entre la Secretaria del Trabajo y Previsión Social -Luisa María Alcalde- y la directora de Notimex -Sanjuana Martínez- debido a que la primera declaró existente y procedente la demanda de huelga del sindicato en contra de la agencia de noticias.

Garra: Sutil, pero al fin garra, con la que defendió MALO a Poncho Romo de las acusaciones que pesan contra EL Jefe de la oficina de la presidencia, por presuntamente ser parte de una empresa que le está dando en la madre al medio ambiente en la península de Yucatán.

Y para variar, el presidente culpó otra vez a los “conservadores” de ser autores de éstos señalamientos. El problema es que -para variar otra vez- no mencionó ni un solo nombre y pues así, nos sigue dejando con la duda.

Guerra: De papel, de verborrea ideológica, declaraciones y boletines de prensa, la que el Palacio Nacional ha declarado para investigar las acusaciones contra Poncho Romo.

Es igual a la otra “guerrita” contra la corrupción declarada y prometida con bombo y platillo por la 4T y que hasta la fecha no ha cobrado ninguna víctima significativa, porque Lozoya sigue en España y porque MALO no ha tocado ni con el pétalo de una carpeta de investigación a Videgaray, ni a Osorio Chong, ni al que apenas sabe “ler” Aurelio Nuño, ni a Ruiz Esparza, ni a José Antonio González el ex de Pemex que sucedió con todos sus trafiques a Lozoya, ni a ninguno más de la administración de Peña Nieto, incluyéndolo a él mismo.

Garra: Chafa la de promover al gringo comunista “asesor de quién sabe qué de la 4T” pero eso sí, marido de la Secretaria de la Función Pública y suspirante desde hace dos años a la Rectoría de la UNAM, John Ackerman, para que suceda a Lorenzo Córdova en el puesto de Consejero Presidente del INE.

Guerra: De egos la de Mario Delgado Carrillo el jefe de los morenistas en el Congreso de la Unión, con su alucinada propuesta de crear un fondo de $25 mil millones de pesos para combatir al corona virus, siendo que en México son apenas tres casos los detectados; la de la diputada por Sinaloa, Tatiana Clouthier Carrillo, al decir que todo depende de que ella se decida -de nada ni de nadie más- si va por la gubernatura de Sinaloa o por la de Nuevo León; la del ciudadano canadiense y súbdito de la Reina Isabel II, Napoleón Gómez Urrutia, al decir que tiene en un puño a los empresarios explotadores y que ahí viene una oleada de huelgas si no se ponen a tono con él y con sus esbirros; la de ciertos dirigentes de organismos de la IP que presumen de llevarse de piquete de ombligo con AMLO y que en sus desfiguros palaciegos tienen en el más completo olvido a 8 millones de pymes.

Garra: Sucia, desgastada, deshilachada, podrida y maloliente, la de quienes dirigen y militan en la comparsa de Morena en que se ha convertido el “nuevo PRI” -llámense Alito, Emilio Gamboa Patrón, Osorio Chong, Videgaray, Héctor Gutiérrez, Felipe Enríquez, Pedro Pablo Treviño, Carlos Barona, Rogelio Cerda, sus respectivos padrinos ex gobernadores, ex alcaldes y otras hierbas, y muchos más- que quieren usar las elecciones intermedias del 2021 como moneda de cambio para seguir con sus trafiques.

CAJÓN DE SASTRE

“Te quedaste corto. Aguanta una 2ª parte”, sugiere la irreverente de mi Gaby.

placido.garza@gmail.com