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Coronavirus, ¿haremos lo que mejor sabemos hacer en México?
La verdad es que no creo que estemos preparados para esto y no estoy seguro de que podamos soportarlo. No tengo idea de lo que los gobernantes decidirán hacer pero, si es que hacen algo, será insostenible. Soy pesimista, pero realmente me es difícil imaginar que este País se quede en casa durante meses.
He leído la opinión de expertos que temen que muchos mexicanos, que se sienten sanos y que en su mayoría no creen en el COVID-19 e ignorarán las preocupaciones sobre el virus. En estos casos, reducirán sus actividades una vez que el brote sea visible para ellos. En otras palabras, muchas personas pueden reaccionar muy lentamente, lo que puede conducir a miles de muertes que de otro modo se podrían prevenir.
Pero existe también el otro lado de las cosas. Y es que es probable que el distanciamiento social, sea víctima de su propio éxito y que los casos de COVID-19 disminuyan su velocidad de propagación y entonces, muchos bajaran la guardia y reducirán las restricciones prematuramente, solo para que los casos aumenten de nuevo. Los modelos epidemiológicos respaldan tales inquietudes, mostrando que retirarse del distanciamiento social, podría conducir a un aumento en las infecciones.
Entonces las consecuencias serían terribles, un error que podría conducir a docenas, si no cientos, de infecciones en el futuro; en Corea del Sur se supo que tan sólo una persona fue la fuente inicial de más de mil infecciones.
La otra cara es que si hacemos esto bien, podríamos evitar potencialmente cientos de miles de muertes. Pero yo lo invito a pensarlo en términos más concretos: las personas que conoce hoy, podrían estar vivas el próximo año, pero sólo si todos tomamos en serio el distanciamiento social. En ausencia de un sistema de salud público confiable y de mediciones serias de cuántos casos en realidad existen, lo invito a que nos cuidemos entre todos.
Piense que independientemente de cómo llegamos a este punto, los expertos dicen que para poder reescribir la historia y que no suceda en México la tragedia que hoy siembra el terror en Italia, Francia o España. Tomemos urgentemente en serio el distanciamiento social, para protegernos no solo a nosotros mismos sino también a todos los que nos rodean.
Sé que esto no será divertido. No vamos a ver a muchos de nuestros familiares o amigos, nos perderemos de algunas fiestas y vamos a cancelar viajes y otras actividades. Así pues, cualquier cosa que realmente no sea esencial de hacerse, debe dejar de hacerse. Se trata de algo difícil, pues somos criaturas sociales, por lo que este es un sacrificio para muchos.
Esto incluye a muchas personas cuyos trabajos no pueden hacerse desde su casa y no presentarse a trabajar les puede costar su empleo y por lo tanto su fuente de ingreso. Otros simplemente no podrán ir a trabajar porque sus empleadores cerraron o están por cerrar sus empresas o negocios, lo que también les costará ingresos y posiblemente acceso a la seguridad social. Pero si no es el caso, esto ocasionará que muchas personas vayan a trabajar, solo para ponerse en riesgo y con ello a muchos más.
Lamentablemente, tampoco sabemos cuánto tiempo durara esto. Hay quién habla de un par de semanas, pero las voces expertas hablan de al menos dos meses. Existe una buena posibilidad de que sea necesario incluso más allá de eso, aunque no está claro si es un año o 18 meses de distanciamiento social sin parar, o tal vez periodos de distanciamiento social durante temporadas.
Nadie sabe la respuesta, porque en México no conocemos aún cómo se comportará el COVID-19, pero sí como dice el dicho, por la víspera se saca el día, las cosas pintan mal, muy mal. Ayer mismo las autoridades de salud del estado de Tabasco, dieron a conocer que buscaban a 280 personas que estuvieron en contacto con un paciente positivo a COVID-19 que como en Corea, salió de paseo y no respeto su encierro.
Al final, todos vamos a enfrentar la decisión entre cuidar nuestra salud y el impacto económico, pero en definitiva habrá un golpe para ambos. Estamos entonces, a muy poco tiempo de saber si los mexicanos fuimos capaces de dominar al virus y tomar distancia social o si hicimos lo que en algunas ocasiones nos ha caracterizado como sociedad: Empeorar las cosas.