El nervio de la guerra y ungüento de la paz (SEGUNDA PARTE)

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El nervio de la guerra y ungüento de la paz (SEGUNDA PARTE)

Con el IVA, el gobierno nos tiene pescados de salva sea la parte, porque en cada consumo que hacemos, el negocio donde compramos se queda con ese 16% de la operación y debe entregárselo al fisco, aunque, si la resistencia o “abstinencia fiscal”- como yo la llamo- llega a proporciones mayúsculas, hasta ese impuesto podría dejarse de contribuir para secar las fuentes de donde abrevan los descarados programas clientelares compra-votos del gobierno de la 4T con miras a las elecciones de 2021 y 2024.

Les platico: “Quienes promueven la huelga de pago de impuestos no son demócratas”. Esto nos manda decir la vice presidenta morenista de la Cámara de Diputados -Dolores Padierna- esposa del tristemente célebre René Bejarano, el ratero que siendo parte del equipo de MALO cuando era jefe del gobierno de la CDM, extorsionó con $3 millones 877 mil pesos a Carlos Ahumada el 21 de abril de 2003 a la 1 de la tarde en las oficinas del argentino.

Padierna hizo un llamado a las grandes empresas para que paguen sus adeudos al fisco “ya que esto ayudaría a enfrentar la pandemia”.
Ahora sí, como dijo Jack El Destripador: “Vámonos por partes”: 

1.- ¿De qué les sirve a Padierna y su marido ser “demócratas” si el segundo fue la vergüenza del gobierno de MALO en la CDMX? Bueno, también lo fueron las otras fichas lisas de Gustavo Ponce y Carlos Ímaz, sorprendidos in fraganti dilapidando dinero del erario y en actividades nada demócratas ni honestas.

El mismo inquilino del Palacio Nacional reconoció el 1 de noviembre de 2019, que los escándalos de esos colaboradores suyos fueron lo que más lo ha afectado porque -en sus propias palabras- pusieron en duda su honestidad.

Entonces, que no nos salga ahora la tal Padierna con sus clases de democracia si en una asignatura anterior a esa -la moral- su marido tiene muchas cuentas pendientes.

Alguien me dijo un día que la critiqué por lo mismo, que era injusto señalarla como depositaria de los errores de su marido. Pero si hay quienes hoy andan pagando deudas de prestigio por culpa de lo que hicieron sus tatarabuelos y choznos, ¿de qué privilegios goza quien duerme en la misa cama del delincuente?

2.- Padierna no tiene ni idea de lo que dice, porque una “huelga de pago de impuestos” no es una evasión propiamente dicha, que invariablemente se da en lo oscurito, escondiendo mediante artimañas legales o no, ese acto de contribución.

La “abstinencia fiscal” es un acto que se da a la luz del día por parte de quienes no quieren pagar impuestos porque dudan del fin que se le da al dinero de los contribuyentes.

La evasión fiscal se da en un contexto de engaño a la autoridad, reconociéndosele a ésta el derecho y el valor moral que tiene de cobrarnos impuestos que se reflejan en obras y servicios públicos.

La evasión es un artilugio de quienes saben que deben pagar y no lo hacen. Muchos tienen con qué hacerlo, pero por sus pistolas y por cabrones, no quieren cumplir con sus impuestos.

En cambio, la “resistencia fiscal” ocurre cuando el contribuyente -primero- no tiene lana para pagar porque no hay mercado, sus negocios están cerrados y está obligado a seguir cubriendo las rayas a su personal.

Segundo: Prefiere pagarles a sus empleados que regalarle el dinero al gobierno para financiar proyectos absurdos como Dos Bocas, el Tren Maya y el aeropuerto de Santa Lucía; ejecutar compras salidas de contexto como el parque de beisbol de Hermosillo; los productos chatarra chinos para la emergencia sanitaria; disponer de planes aviesos para comprar el voto de quienes reciben dádivas a cambio de que en el 2021 y en el 2024 sostengan en el poder al gobierno fallido que México padece, y más temas.

La “abstinencia fiscal” ocurre cuando el contribuyente quiere presionar al gobierno para que entre en razón y más cuando el presidente ejerce un poder absoluto que controla no solo los tres poderes -ejecutivo, legislativo y judicial- sino órganos clave para el desempeño económico de México como la Comisión Reguladora de Energía, la Comisión Federal de Telecomunicaciones, el Instituto Nacional Electoral, entre otros.

Todo esto se da porque México está sin contrapesos, pues los partidos políticos de oposición están arrodillados y humillados; la sociedad civil, diluida en medio de críticas, ataques entre chairos y fifis y haciendo alarde de ingeniosos memes que en conjunto, no le hacen ni cosquillas a la 4T.

Y por si esto fuera poco, tenemos el falso envoltorio de patriotismo del que hace gala una IP dividida, que no termina por decidirse a actuar en política, pues los empleados que la representan en los organismos cupulares, creen que eso no es cosa de ellos, sino de los políticos y de los dueños de las empresas.

Consulté con acreditados fiscalistas y me dijeron que el ISR es dinero de los trabajadores y por ende, los patrones -en vez de retenérselos y pagarlo al SAT- podrían exentárselo al personal, con el respectivo beneficio para la economía familiar. 

De darse una resistencia organizada contra el pago de impuestos, ese sería el procedimiento más factible. Estoy seguro que detrás de esta acción por parte de la IP, millones de mexicanos se sumarían a la causa.

Y con esto en mente recordé al empresario sonorense, Ramón Sesma Coronado, que les pidió a los trabajadores de su negocio “Chiltepinos”, que votaran si querían que el último dinero que le quedaba se lo pagara al SAT en la declaración anual 2020 o se los entregara a ellos y éstos optaron -obviamente- por la segunda alternativa. 

CAJÓN DE SASTRE

“Tercera llamada, tercera, ¿quién le entra?”, insiste la irreverente de mi Gaby, deseosa de que suba el telón y comience la función.
placido.garza@gmail.com
LA ABSTINENCIA FISCAL
Plácido Garza