Ay, Barbarita. Hace unos días, Bárbara de Regil fue condenada por sus comentarios sobre la violencia intrafamiliar y el feminicidio y ahora está circulado en redes una transmisión en vivo en donde exclama “¡Ay, que prieta!, ¡No! ¡Qué feo!” porque se le ve con un filtro un poco más oscuro que el tono de su piel.

En serio que sus comentarios no fueron nada acertados y ahora con esto vuelve a ser la comidilla. Como ya lo dijo la periodista y escritora Lydia Cacho “Alimenta el cerebro también, el cuerpo no lo es todo”.

La influencer de 32 años fue desaprobada por su manera de pensar  y aconsejar a mujeres que pasan por situación de maltrato, la misma Cacho tuiteo a ese respecto: “La ignorancia debe de tener límites”.

Ahora no queremos pensar que estarán diciendo sus detractores con este comentario tan racista y clasista que se le salió y descubrió cuál es su forma de pensar. Muy mal con la señora de Regil.

Acabado. El caso de Bárbara nos recuerda al exgalán de telenovelas Sergio Goyri, quien está desaparecido del ambiente artístico desde que arremetió contra Yalitza Aparicio en un video que filtró su pareja sentimental en donde llamó “pin…india” a la protagonista de “Roma”.

Desde entonces, los productores de las diferentes televisoras no lo quieren, a pesar de que fue uno de los grandes villanos de las telenovelas.

Al parecer nadie le acepta siquiera sus llamadas porque no lo quieren contratar por temor a ser considerados racistas, luego de que Goyri se ensañó con la joven nada más porque es de origen oaxaqueño y recibió la oportunidad de protagonizar una cinta como la que la lanzó a la fama.

21 años. Como dirían “a la mejor usted está muy joven para recordarlo”, pero un 7 de junio de hace 21 años, el conductor Paco Stanley fue asesinado cuando salía del restaurante “El Charco de las Ranas”.

Ya son más de 20 años y la popularidad de Paco se revivió en Twitter en donde su nombre se colocó en las tendencias por parte de la gente que lo recordó y que sigue manejando hipótesis sobre la causa de su muerte. El día del asesinato de Stanley fue herido el periodista, Jorge Gil, quien vivió para contarlo, mientras que un vendedor de seguros, que iba pasando por el lugar, perdió la vida y su esposa resultó gravemente lesionada. Ya más de dos décadas de un crimen que conmocionó al país porque sin lugar a dudas, el conductor estaba en la cúspide de la fama.

Por esta semana es todo y hasta la próxima, primero Dios.