Es la BOA… y Goebbels también

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Es la BOA… y Goebbels también

Se metieron a la fiesta como “huele bailes”; al de la entrada le enseñaron una invitación balina; al mesero de la mesa que se agandallaron le dieron un billete de a 100 varos cortado a la mitad (la otra se la entregaron al final, después de que los surtió de pisto al gusto); se ligaron a unas morras con las que bailaron “Essss la Boa” que tocaron tres veces los de la Santanera de Peralvillo; se mearon atracito de uno de los adornotes porque había fila en el baño; su recado felicitando a la novia después de que aventó la liga, fue leído por el padrino de cojín y cuando salían del salón bien beodos y partiendo plaza, el mesero se dijo para sus adentros al recibir la otra mitad del billete: “Ah chingá con éstos”.

“Ahí muere”, le respondió uno de los vatos -leyéndole el pensamiento- al darle el ticket de su nave al valet parking.

Esto que sucedió en la fiesta de boda del pasado domingo en el “Palacio de la Bondojo”, pareciera haber sucedido esta semana en la mañanera.

Les platico: Jesús, Jesús, Jesús Ramírez, si se desconoce el origen del documento de la intriga contra la 4T y su autenticidad no ha sido confirmada, ¿para qué diablos lo pasan en la pantallota del Salón de Tesorería y encima te pones a leerlo desde el púlpito presidencial?

Si esa es la “seriedad” con que manejan las cosas en éste gobierno, ya valimos madre todos, empezando por los del palacio, que se tragaron todito el camote creyendo que era papa; siguiendo con casi todos los del documento que ya se deslindaron a su forma y en su estilo; luego con los ipecos ahí mencionados, que después de pagar miles de millones de pesos en impuestos que le debían al SAT pa´ quedar bien con el gobierno, no han de dormir desde ayer preguntándose: “¿de qué sirvió el sacrificio si apenas recibe la billetiza nos atiza?”.

“Eso les pasa por güeyes y agachones”, les diría mi abuela la financiera. “No le quieren entrar a los trancazos; se arrugan cuando les piden que levanten la mano y den la cara como opositores del régimen; creen que el gobierno es su amigo y desde la cuarentena de sus casotas en Monterrey de las que no salen ni al Oxxo siguen pensando que esa es su mejor estrategia”.

El libelo de la BOA -porque eso fue, al no ser investigado, verificado ni comprobado- no debió haber sido difundido en el Palacio Nacional.

¿Desde cuándo un gobierno serio, responsable y democrático da por bueno un documento que sabrá el Dios de Spinoza Cervantes Rodríguez de dónde salió?

A menos de que las manos que mecen la cuna de la 4T estén detrás de todo esto.

No puede haber otra explicación, porque es una mentada de madre mencionar al Grupo de los 10 de Monterrey, cuando el líder -el meritito José Antonio Fernández Carbajal, presidente de FEMSA y del ITESM- ordenó que se pagaran los más de $3,000 millones de pesos que el SAT tenía varios años de andarles cobrando, a pesar de que le habían ganado al fisco varias instancias legales.

Si el mentado “Diablo” creyó que con eso MALO los iba a dejar en paz, se equivocó, porque ahí tienen el documento de la BOA.

No puede haber otra explicación, porque el documento de la “conspiración” menciona con todas sus letras al Consejo Coordinador Empresarial, siendo que su presidente, Carlos Salazar Lomelín, fue tratado como un miembro más del gabinete morenista en cuanta ocurrencia ha tenido el presidente.

Ante todo esto, Goebbels se vuelve lectura indispensable. Vean si no, lo que decía el pregonero de Hitler: Abro comillas:

“Individualiza a los adversarios en un único enemigo. Usa una mentira que no pueda ser desmentida en vez de una verdad inverosímil. Cuando las cosas van mal, haz que la crisis en el campo enemigo estalle antes que en el tuyo.

Carga sobre el adversario tus propios errores o defectos y responde el ataque con el ataque. Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan. Acalla los cuestionamientos sobre las que no se tienen argumentos y disimula las noticias que favorecen al adversario; también ataca con la ayuda de medios de comunicación afines.

“La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. Cierro comillas.

CAJÓN DE SASTRE

“Quedo sin palabras, como dice nuestro querido amigo Frank Durán”, concluye la irreverente de mi Gaby, desde su refugio en SAT.

placido.garza@gmail.com