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La estúpida moda que Fox impuso... ...y que muchos siguen, incluso los de la 4T
Quién te manda haber tomado clases de ortografía con el Dr. Daniel Mir", me decía mi abuela la lingüista, cuando echaba pestes por la mala ortografía de quienes escriben en púbico.. y también en privado.
Les platico: Para quienes tienen la desgracia de tenerme cerca en el tema de la escritura y la lectura, no es un secreto la aversión que me provocan las faltas de ortografía.
Si peco en eso, me vale madres, prefiero hacerlo en tal dirección que en la desaseada costumbre de escribir no con "errores", sino con "horrores" ortográficos y andar tan tranquilos por la vida.
Por eso, cuando el mentalmente difuso Vicente Fox puso de moda el innecesario circunloquio de "mexicanas y mexicanos", hervía del coraje cada vez que lo escuchaba o leía, como me sucede ahora que lo siguen haciendo incluso sus atacantes de la 4T.
IGNORANTES Y OSADOS
A todo aquel que quiere escucharme o leerme, no me canso de decirle que la Real Academia Española rechaza ese tipo de piruetas lingüísticas, porque quien las usa denota la osadía de su ignorancia.
Y ahí tienen a los jilgueros del gobierno, de la IP y de todos los segmentos, escribiendo y hablando de "las diputadas y los diputados", "las niñas y los niños",como si el artículo "él" no fuera suficientemente correcto para definir a ambos sexos.
El criterio más elemental de cualquier lengua es lograr economía, simplificación y amigabilidad en el decir y en el escribir.
La regla de oro que no pasa de moda es obtener la mejor comunicación con el menor esfuerzo posible, no diciendo con tres palabras ("mexicanas y mexicanos") lo que puede resumirse en una sola: "mexicanos".
Desde mis años de alumno del Dr. Mir, los más destacados lingüistas de habla hispana han rebatido la actual y nefasta tendencia de desdoblar indiscriminadamente el sustantivo en sus formas masculina y femenina.
Repetir la moda que impuso Fox es empobrecedor, artificioso y ridículo.
Esa costumbre ha dado lugar al "hembrismo", como una manera artificiosa y estúpida de enfrentar al "machismo" del lenguaje.
Quienes lo hacen -además de ignorantes- se olvidan del factor elemental de todo esto: el ser "hombre" en sus dos vertientes.
CONFUNDEN SEXO CON GÉNERO
Pareciera que el mundo se reduce a sexo; ese resulta ser el lema de semejante herejía del lenguaje.
Se confunde sexo con género. Dicen las noticias de los medios gringos: "Por primera vez habrá una senadora transgénero", refiriéndose a un individuo que nació siendo hombre y que ahora es mujer.
Dicha persona cambió de sexo, no de género. Era hombre, ahora es mujer.
El sexo todos sabemos qué es. El género es una propiedad de los nombres y de los pronombres que son inherentes y producen efectos en concordancia con los adjetivos y que no necesariamente están vinculados al sexo biológico.
Ey, camaradas, todas las personas tenemos sexo, pero no tenemos género.
Por eso es incorrecta la expresión tan común de "violencia de género", pues la violencia la cometen las personas, no las palabras.
Según la RAE, debe decirse "violencia sexual" o "violencia doméstica".
Resumen, así como criticamos al mal gobierno, podemos criticar -y claro que se vale- a todo aquél que hace mal uso del lenguaje, en privado, y más aún, en público.
Yo lo estoy haciendo, lo seguiré haciendo y no es una amenaza, es una promesa.
CAJÓN DE SASTRE
“Amén”, vuelve a decir la irreverente de mi Gaby, todavía desde su reducto en R14.
placido@detona.com