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La pandemia está acabándonos
Tomémosnos el pelo los unos a los otros. La verdad es que más dañinos que el bicho, son los funcionarios que tienen en sus ¿manos? el manejo de la emergencia sanitaria en México.
Les platico: El domingo pasado -en pleno toque de queda decretado por el Bronco y el Dr. de la O- los senadores Víctor Pérez y el licenciado (porque pidió licencia) Samuel García -éste último acompañado de su esposa- recorrieron el Pasaje Comercial Morelos de Monterrey, que lució desierto, con las cortinas de acero y las puertas cerradas con candados.
Entre los dos -bueno, entre los tres- emitieron un manifiesto criticando las supinas medidas recaudatorias del gobierno de NL, porque eso son y si no, pregúntenles cómo les va a los comerciantes que osan dejar entrar a un cliente sin tapabocas o que se atreven a cerrar un minuto después de la hora decretada.
Pero el tema hoy no es criticar las medidas, es cómo diablos se la va a hacer para resolver los problemones de salud y económico que se están gestando al tomar decisiones que nada tienen de científicas y sí de terríficas, porque los bloqueos de fin de semana, se convierten en saqueos apenas amanece el lunes siguiente del toque de queda.
Ya quiero ver el desmadre que se va a armar en enero apenas pase la euforia navideña con gente empalmada en tiendas, posadas y jolgorios, que va a gastarse lo último que le queda de lana y también de salud. Ora lo verán, será una doble cuesta de enerhambre.
Siguiendo con el relato, ayer lunes desayunó el senador Fuentes con los ex alcaldes de SPGG, Gerardo Garza Sada, Fernando Margáin Berlanga y uno más que quiere serlo el próximo año, Jesús Horacio González, y fue la misma tónica: están del nabo las medidas aplicadas en NL porque le están dando la puntilla a la actividad comercial.
Saqué un poco de contexto a Víctor al preguntarle qué onda con su intención de buscar la gubernatura y respondió con sonrisa nerviosa que la convocatoria de su partido se lanza el 11 de este dicihambre.
Y ni me dejó terminar cuando hilaba mi segunda pregunta: "¿y estarías dispuesto a buscar la candidatura por otro....", y zaz, que me interrumpe diciendo: "Definitivamente, no lo haré por ningún otro partido".
Apenas terminó la improvisada rueda de prensa banquetera, porque los del Hotel Ambassador no quisieron que fuera adentro, me puse mi traje de astronauta y me lancé al cercano Mercado Juárez y a las calles del Mesón Estrella para ver cómo andaba la gente con sus compras de lunes, después del toque de queda del fin de semana.
Las medidas aplicadas por el Dr. de la O y su jefe El Bronco, van a reventar como sapos embichados apenas se den los números del cierre de año.
La gente se lanzó en tropel a surtirse de víveres y avituallamientos para pasarla de aquí hasta que el clarín de la diana medianochera del próximo sábado vuelva a obligar al encerramiento.
"Las ventas que no hicimos el fin de semana, las estamos haciendo en la sola mañana de lunes", me dijo Miguel García Torres, comerciante del Mesón Estrella.
No se necesita ser un experto para darse cuenta de que toda esa gente viajó ensardinada en camiones urbanos, metro y hasta en taxis, para moverse de sus casas hasta la compradera y de regreso a sus casas.
Si el toque de queda de fines de semana decretado hasta que termine éste méndigo 2020 fue para evitar los tumultos, éstos se multiplican apenas amanece el lunes.
"No es por ahí", como decía mi abuela la doctora.
Y si esto ocurrió en lunes de media quincena, no quiero saber cómo se va a poner la cosa los próximos viernes 11 y 18, cuando la gente ya cargue algo más de lana en sus alforjas.
Hasta para ganarse la vida hay qué hacerlo con orden. Y esto lo digo porque es demencial la forma en que los puesteros se han adueñado de banquetas y calles, dándole en la maceta al comercio formal y establecido, que paga impuestos y tiene a su personal en el INSS (Instituto Nórdico del Seguro Social), a diferencia de los informales, que solo pagan sus cuotas a los líderes sindicales, a los que les piden piso y a los inspectores del Municipio de Monterrey que les cobran moche por pegarle al vivo.
CAJÓN DE SASTRE
"Viendo este relajo, ahora sí, que el Dios de Spinoza nos agarre confesados", reza la irreverente de mi Gaby, en el 75vo. misterio de su Rosario diario.