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226
Así, es la magia del ocio
el auténtico trabajo:
la mirada es mi negocio
y la ejercito a destajo.
227
Si cortó el nudo gordiano,
fue porque vio un silogismo
y la cabeza del mismo
maestro bajo su mano.
228
Todo prójimo es Caín:
yo no seré para él
la víctima, nunca Abel
sino más bien su Caín.
229
Las fórmulas matemáticas,
escuetas como hakús,
son las ventanas extáticas
por las que atisbo otra luz.
230
La vida no necesita
justificación. De vuelta
de la muerte que suscita,
queda en sí misma resuelta.
231
Dime qué niegas y yo
podré decir lo que eres:
tu identidad escapó,
no la hallarás donde fueres.
232
Pues toda iluminación
procede de una destreza,
el alma ya no regresa
cuando se pierde en la acción.
233
Aparece la sonrisa
de la comprensión. El libro
cierro y así me equilibro.
El silencio es mi divisa.
234
Llegas al centro del bosque
por muy distintos caminos,
mas no tantos como los que
te había borrado el destino.
235
La risa desarticula
la palabra articulada:
la garganta se estrangula
con el ruido de la nada.
(16 de agosto)