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50 libros, 10 años de la editorial Caja Negra
CIUDAD DE MÉXICO.- La editorial argentina Caja Negra festeja la publicación de 50 libros en diez años —dos “gozosos” acontecimientos— con su entrada al mercado mexicano, conformado por la cuarta parte de los hispanohablantes del mundo.
Con 90 por ciento de su catálogo dedicado a las traducciones, la mayoría de obras inéditas en español de autores fundamentales del siglo XX, este sello propone “un recorrido propio por el campo del ensayo y la ficción”, afirma el editor Diego Esteras.
En entrevista con Excélsior, durante su segunda visita a México, el director editorial de Caja Negra, timón que comparte con Ezequiel Fanego, comenta que se proponen crear “una plataforma de discurso crítico y experimentación literaria para sus lectores, promoviendo la coexistencia de materiales heterogéneos de autores que provienen de distintas disciplinas”.
Fundada en Buenos Aires en 2005, la empresa reconocida en 2013 por la Feria Internacional del Libro de esta ciudad como la Mejor Editorial de Argentina celebrará en noviembre su primera década de vida con el lanzamiento del título número 50 de su catálogo: Marienbad eléctrico, de Enrique Vila-Matas, ganador del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2015, galardón que recibirá el próximo 28 de noviembre en la FIL de Guadalajara.
“Somos una editorial argentina, pero nuestra proyección no es local, sino que llegamos a lectores de todo el mundo hispanohablante. Como dice Jorge Herralde, el director de Anagrama, la única patria que reconocemos es la de la buena literatura”, agrega Esteras.
El promotor cultural confiesa que le entusiasma la idea de consolidar la presencia de Caja Negra en el mercado editorial mexicano de la mano del sello Sexto Piso, que se encarga de su distribución en el país.
“Es un mercado nuevo para nosotros. Cualquiera de mis consideraciones es preliminar o de alguien recién llegado. Es la segunda vez que vengo a México. Lo estoy conociendo. Pero hay unas cosas que me dejan muy buena impresión”, destaca.
Señala que, respecto a las editoriales mexicanas, le parece interesante la propuesta de sellos como Sexto Piso, Almadía y Tumbona, por su “modo creativo de atraer a los lectores”.
Y, desde el punto de vista de las librerías, donde participa en una serie de programas de capacitación, le resulta importante para el desarrollo de la industria del libro que éstas abran sus espacios para armar encuentros de diálogo entre editores y libreros. “Es algo decisivo para la profesionalización”.
Para Esteras también son vitales las líneas de colaboración que encontró entre los organismos públicos y las editoriales independientes. “Esto no es tan común. En México hay una mayor presencia del Estado colaborando en la consolidación de las editoriales y eso es muy estimulante”.
Acepta que tiene grandes expectativas en la nación azteca y que se va feliz porque, viajando en el Metro de la Ciudad de México, vio a un joven leyendo un libro de Caja Negra. “No lo podía creer. Se me hizo algo mágico que un libro conecte a personas de lugares tan lejanos, por una misma pasión”.
Creatividad contra crisis
Caja Negra es uno de por lo menos 15 sellos independientes que surgieron en Argentina como respuesta a la severa crisis que esta nación sudamericana enfrentó en 2001, cuando tuvo que devaluar su moneda, que tenía una paridad de uno a uno frente al dólar.
Diego Esteras cuenta que esta devaluación permitió que se abriera un escenario de buena competitividad para los libros argentinos, “porque lo que se producía en el país era más barato que lo importado, así nacieron muchas editoriales haciendo literatura de buena calidad”.
Sin embargo, añade, “desde hace años, Argentina tiene una inflación muy alta: crecieron mucho los costos y se comieron nuestra ventaja competitiva. Hoy, nuestros libros son caros no sólo en Argentina, sino también en Europa”.
Ante este panorama, viendo la buena recepción que ha tenido su propuesta y sintiéndose ya consolidada, Caja Negra ha decidido explorar otros mercados, como Chile, España y México.
“Con creatividad hemos combatido el contexto económico difícil. Ahora estamos imprimiendo en España para poder obtener más volumen, mejores precios y mejor presencia allá. Y queremos consolidarnos en México. Sabemos que esto lleva tiempo, pero confiamos en que guste nuestra iniciativa”, señala.
Considera que, como editores, están obligados a “proponer todo el tiempo buenos contenidos, proponer un filtro inteligente entre la gente y la información. Por eso, trabajamos mucho en la investigación y en la decisión editorial para publicar títulos de calidad.
“Tenemos un perfil muy claro, que está orientado a los libros de literatura, música y cine, y a otros que nos ayuden a entender la situación cultural contemporánea, de crítica de temas como nuevos medios de comunicación e Internet. O sea que tenemos un público muy variado en edades y formación intelectual y cultural. Con estas ideas creativas queremos armar un universo de lectores que mantenga fidelidad hacia el sello”, indica.
Tres líneas
Esteras detalla que Caja Negra ha organizado su trabajo en tres colecciones: Numancia
—en la que ha publicado obra de 22 escritores—, Synesthesia —con 15 autores presentes— y Futuros Próximos.
“Numancia, nuestra primera colección, es la más literaria. Decidimos, para presentarnos al mundo, traducir obras inéditas en español de autores importantes del siglo XX, casi clásicos de una tradición heterodoxa, como William S. Burroughs, Jack Kerouac, Louis-Ferdinand Céline, Antonin Artaud y Georges Bataille”, explica.
Synesthesia, prosigue, son libros de música y cine. “Son un rango fuerte de identidad de la editorial. Los de música abordan no sólo los géneros, las escenas o los sonidos, sino que trabajan la música como un hecho cultural más amplio; es decir, se analizan los contextos culturales, sociales y políticos en los que surge este arte. Y los títulos de cine son obra escrita de reconocidos cineastas del siglo XX, como Jean-Luc Godard, John Waters o Ed Wood”.
El editor narra que Futuros Próximos, lanzada el año pasado, trata sobre temas contemporáneos. “Aquí lo que nos preocupa es producir textos que nos ayuden a entender las transformaciones que se producen en el mundo, sobre todo los efectos que internet tiene en la esfera cultural”.
Dice que uno de los libros más importantes de esta serie es Volverse público, de Boris Groys, en el que se analiza cómo se modificó la estructura de la cultura de masas en virtud de internet.
“El autor afirma que la cultura de masas a lo largo del siglo XX fue de muy pocos productores y muchos consumidores y que ahora hay un escenario de fragmentación, es decir, todo mundo tiene los elementos para ser un artista, producir audios, textos e imágenes y mostrárselos al mundo a través de la red. Analiza la transformación de la industria cultural”, ejemplifica.
Diego Esteras adelanta finalmente que preparan la participación de Caja Negra en la FIL Guadalajara, “que este año será especial”, y el lanzamiento de próximos títulos como La revolución electrónica, de Burroughs; La sangre se esparce rápidamente, de Ed Wood; La noche tiene mil ojos, de María Negroni; Escritura no creativa, de Kenneth Goldsmith, y Escritos reunidos, de Gerardo Gandini, entre otros.