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Adolescente encontró el sentido de su vida en el baile, será instructor de break dance en 'La Madriguera'
En un par de semanas, Alan Mata viajará a Los Ángeles, California a participar en el Flavor of the year 2017 (Sabor del año 2017), un concurso de baile urbano organizado a nivel internacional y en el cual representará a México.
Ensaya dos, tres o hasta cuatro horas diarias para marcar la perfección de sus pasos, lo que le ha valido ser de los mejores bailarines de break dance en Coahuila y México.
Comenzó hace 10 años y ese gusto le nació en la colonia Federico Berrueto, mientras veía a sus vecinos improvisar sus mejores pasos.
“Siempre los veía parándose de cabeza o haciendo maromas en alfombras. Ellos me hablaban y yo practicaba aunque no supiera”, recuerda.
Pero el gusto no le duró mucho, porque vendrían cambios para él y su familia, pues contemplaban un cambio de domicilio.
En esos años las cosas para Alan no pintaban bien porque: “comenzaba con malas amistades”; tuvo sus primeros años con el consumo de drogas y el alcohol.
Aunado a eso, también enfrentaba una enfermedad que le impedía realizar actividades físicas.
“Era una enfermedad que a veces era buena y otras mala. Yo me sentía incapaz de poder hacer algo que los demás sí hacían, pero había algo en mí que no me dejaba caer”, dice.
Alan fue a contracorriente y retomó su pasión por el baile urbano, poco a poco comenzó a tener un cambio de vida que incluyó dejar de divertirse, alejarse de algunas personas nocivas para él y enfocar sus energías en practicar y practicar.
“Si yo no me hubiera refugiado en el baile, yo no sé qué estaría haciendo ahorita. Para mí el baile sí me salvó de la vida”.