“Ella ya le había visto chupetones a su esposo. Mensajes. Labial en la ropa. Un día su pareja le pide que se vaya con sus amigas y ella le dice que va a ir. Ella regresa a la casa pensando que él iba a estar con una mujer y al momento que ella regresa tenían a una mujer secuestrada.
“Su esposo es muy fanático de las armas. Siempre la amenazaba que la iba a matar sino la obedecía. Ese día, le dijo que se tenía que quedar ahí. La amenazó con su arma y le quitó las llaves y su celular. La cuido y la alimentó durante un día y medio”.
“Para la Fiscalía no es suficiente que ella haya sido obligada. Sino que ella tuvo que haber luchado contra las tres personas y haber denunciado el Secuestro. La Fiscalía no toma en cuenta el contexto en donde Marcela sufrió diferentes agresiones y tenía mucho miedo a su esposo”, señaló su abogado.
De acuerdo con el grupo de abogados integrado por los abogados Ernesto Martínez, Nadia Jiménez y Uriel Gallegos la atención de hacer público el caso es dar a conocer que la violencia de género existe también en este tipo de caso.
El de Marcela se podría comparar con las mujeres “pagadoras”, quienes son obligadas a cometer delitos pos sus parejas y no se le hace Justicia aun después de haber sufrido otro tipo de violencia en libertad.
El 9 nadie se mueve
Hasta ahora el proceso legal se encuentra en la fase intermedia la preparación para el juicio oral. Ya ocurrieron las audiencias de Imputación y vinculación.
Durante el mes de marzo del 2019 se realizó el arresto de la pareja y el próximo 9 de marzo, después de año, será la próxima audiencia. Las demás personas fueron capturadas en distintos puntos. Marcela se encuentra actualmente en el Penal Femenil de Saltillo y su esposo en el varonil. Una barda de concreto y varias torres de vigilancia los terminó por separar.
Secuestro
De acuerdo con la defensa, la persona secuestrada de género femenino, en sus denuncia, señala que se encontrada amarrada y vendada de los ojos por lo que no indicó nada sobre la participación de Marcela.