Padre e hijo se presentaron ante la Fiscalía General del Estado para denunciar a la Policía de Ramos Arizpe y demás que resulten responsables, por presunto abuso de autoridad y tortura.

Javier Alday, padre de Josué Israel Alday, acudió ayer por la mañana a las instancias judiciales, para quejarse de la detención injusta de su hijo el 23 de julio pasado.

El quejoso señaló a los oficiales que utilizaron la unidad SP-100 el día y la hora de la agresión, como los responsables.

Relató que Javier salió de trabajar y entró a una casa de empeño, en la colonia Analco, para recoger un artículo, sin embargo, a su salida fue abordado por los uniformados que, aseguró, lo abordaron sin motivo alguno.

“Algunos chavos que lo vieron me dijeron ‘se llevaron a su hijo en la patrulla’, entonces yo subo a mi camioneta y me pongo a seguirlos y miro que no agarra para las celdas, sino que agarra para el monte” explicó Javier.

OTROS OFICIALES INTERVIENEN
El padre de Josué dice que otra unidad salió a su encuentro y lo regresó, aprovechando los oficiales que llevaban a Josué para golpearlo a sus anchas, hechos que el joven narró a su familia una vez que estuvo libre.

HABLA EL JOVEN AGREDIDO
“Me pusieron una bolsa en la cabeza, si me dieron una buena golpiza, como por espacio de una hora, me pusieron la bolsa en la cabeza como unas 10 veces, y la mera verdad me desmayé unas tres o cuatro veces”, narró Josué, quien explicó que los uniformados lo acusaban de ser narcomenudista.

Presuntamente, los oficiales municipales entregaron a Josué a manos de elementos de Fuerza Coahuila, quienes lo llevaron a las celdas ya entrada la noche, donde su familia pagó una multa para que pudiera salir.