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Adeste Fideles, el villancico que logró la paz en la Primera Guerra Mundial
“Era una hermosa noche de luna llena, escarcha en el suelo, blanca en casi todas partes; y alrededor de las siete u ocho de la tarde había mucha conmoción en las trincheras alemanas y había estas luces, no sé qué eran. Y luego cantaron 'Adeste Fideles'. Nunca lo olvidaré, fue uno de los momentos más destacados de mi vida. Pensé, qué hermosa melodía".
En la Nochebuena de 1914, la brutal guerra que se apoderó de Europa se detuvo espontáneamente, con ambos grupos de soldados observando una pequeña ventana de paz.
Según los informes, https://youtu.be/pPk9-AD7h3Mmás de 100 mil soldados en los campos de batalla de Bélgica y Francia depusieron las armas y avanzaron hacia la tierra de nadie para conversar con el enemigo.
Pronto el espíritu navideño se impuso y las tropas alemanas y británicas cantaron villancicos e intercambiaron regalos, algunos bebieron y fumaron y se llevó a cabo un partido de fútbol.
“…Entonces hubo una gran multitud de alemanes y británicos, todos parados juntos dándose la mano y deseándose el uno al otro feliz navidad. (…) Parecían una multitud decente delante de nosotros. Todos ellos estaban bien vestidos y la mayoría de ellos podría hablar un inglés cortado. (…) Dijeron que no iban a disparar por tres días. Ellos mantuvieron su palabra: no hubo ningún disparo de rifle hasta dos días después de navidad".
Sin embargo, a pesar de la ubicuidad de la historia de la tregua navideña, sus detalles y escala siguen siendo un punto de discusión para los historiadores.
Según el Museo Imperial de la Guerra : "La tregua no se observó en todas partes del frente occidental ... En otros lugares, la lucha continuó y hubo víctimas el día de Navidad".
Sin embargo, los relatos del día, tomados de los diarios y diarios de los que estuvieron allí, brindan una idea del evento tan inquietante como conmovedor.
Mucho se ha escrito, hablado, cantado de uno de los acontecimientos más destacados de la I Guerra Mundial. Y tampoco podía faltar el cine. Han sido varias las películas que han representado este hecho, como la francesa 'Joyeux Noël' ('Feliz Navidad'), nominada al Oscar en 2005 como mejor película extranjera.