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Agua: Por una gestión sustentable
El agua no es un recurso más, es el recurso. Es la vida misma.
Ayer fue el Día Mundial del Agua y enfatizar, insistir y reclamar el derecho humano al agua podría parecer necio, si ya está en la Constitución, que establece: “Toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible” (Artículo 4).
Pero... presuponer la voluntad política para la implementación del derecho al agua por parte de los gobiernos, resulta ser una ilusión, porque el debate sobre la gestión del agua suele estar sesgado, ya que el reconocimiento de un derecho es una cosa pero su cumplimiento es otra, aún donde un Estado reconoce formalmente el derecho al agua en sus leyes o políticas, esto no necesariamente se traduce en el cumplimiento automático del derecho, eso se debe tener muy claro.
Además del reconocimiento por parte del Estado, es necesario que las comunidades y sus aliados -que estén padeciendo problemas relacionados con el agua- conozcan sus derechos, se movilicen y los usen para responsabilizar al Estado, a fin de que aplique las estrategias necesarias que garanticen su cumplimiento, ya que los derechos sólo crean una oportunidad para que las y los ciudadanos ejerciten sus responsabilidades de actuar, porque éstos no se cumplen en automático.
Se sabe que el agua y la biósfera son patrimonio de la humanidad y todos los que habitamos este planeta los recibimos de herencia, por eso el agua no se posee, y darle una administración justa que asegure el derecho de todos y todas a su acceso, abre la puerta a la reflexión sobre el papel que juega la ciudadanía en su gestión.
En Coahuila, y especialmente en Saltillo, los cortes del servicio de agua son constantes, igualmente los aumentos ilegales, el cumplimiento con el derecho humano al agua se infringe y al Gobernador y a los Alcaldes de Torreón y Saltillo no se les ocurre otra forma de mejorar los sistemas de agua que entregar su manejo a empresas privadas para que lucren con el vital líquido.
Por otro lado, según la Conagua, en este País son 6.7 millones de habitantes que aún no tienen acceso al agua potable, aunque, de acuerdo con el Inegi, en México sólo el 74.1 por ciento de las viviendas cuentan con agua entubada dentro de la casa y el 20.4 la tienen fuera.
En el abastecimiento de agua potable persisten mermas importantes por pérdida de agua en las redes de distribución de entre el 30 y 50 por ciento; esto, debido principalmente a la antigüedad de las tuberías, falta de control de la presión y mala calidad de los materiales empleados.
En Saltillo, Agsal prácticamente ha desentendido este problema.
En cuanto a la sobreexplotación de los acuíferos, ésta es cada año más alarmante. En 2012, de los 653 acuíferos con los que cuenta México, 101 registraron sobreexplotación. En 2015, se registraron 106 acuíferos sobreexplotados, 31 con suelos salinos y agua salobre.
Los ríos y arroyos de México constituyen una red hidrográfica de 633 mil kilómetros de longitud. En 2014, la Red de Monitoreo de la Calidad del Agua identificó 187 sitios en cuencas de ríos que fueron clasificados como fuertemente contaminados en algún parámetro. Los principales retos se presentan en las cuencas del río Lerma.
“Agua para la vida”, es para garantizar la supervivencia de las personas, agua para actividades de interés general (salud y vida social) tomando en cuenta criterios de eficiencia y equidad, así como los derechos de la ciudadanía.
Se puede ver que México está lejos de cumplir con el derecho humano al agua que está en la Ley, por eso la ciudadanía debe exigirlo con mucha más energía.