Para aquellos que se quejan de que son prácticamente inexistentes los estrenos en salas de cine que valen la pena hoy tienen no sólo una sino dos opciones de lo mejor del año en cartelera.

 El primero de ellos se titula “Animales nocturnos”, es el segundo largometraje del famoso diseñador de moda de origen texano Tom Ford cuya ópera prima del 2009 “Un Hombre Soltero” dio la primera nominación al Oscar como Mejor Actor al posteriormente ganador de la estatuilla dorada Colin Firth y que sorprendió gratamente a quienes sólo lo habían conocido su nombre en selectas marcas de ropa con su firma.

 “Animales nocturnos” está basada en su caso en otra novela en su caso de la autoría del escritor Austin Wright titulada “Tony y Susan” y es porque cuenta la historia de Susan (Amy Adams), la dueña de una galería de arte que en sus segunda nupcias con un hombre que la ha llevado a vivir una existencia holgada y despreocupada hasta que un día recibe la novela de su ex esposo Tony (Jake Gyllenhaal) que bajo el título “Animales nocturnos” relata en el género de thriller la trágica travesía de un hombre con su esposa e hija en una carretera del oeste de Texas donde son atacados por un grupo de criminales y que al parecer toca las fibras más sensibles de Susan por tratarse de una simbólica venganza de su ex esposo por la serie de sucesos propiciados por ella durante su unión y desembocaron en su separación.

 Nominada a tres Globos de Oro al Mejor Director, Mejor Guión (también de Ford) y Mejor Actor de Reparto (Aaron-Taylor Johnson, por su interpretación de los criminales de la novela), con “Animales nocturnos” Tom Ford vuelve a sorprender con sus temas recurrentes como realizador permeando la desolación humana y que en este caso en particular da tanto a sus protagonistas (Amy Adams y Jake Gyllenhaal) como a algunos de sus actores secundarios (Johnson y Michael Shannon como un policía dispuesto a hacer justicia a como dé lugar) personajes cautivadores a pesar del ambiente decadente en el que se desenvuelven.

 En caso diametralmente opuesto está la más reciente película como director del no menos controvertido actor y realizador Mel Gibson, justo contra quien compite Ford al Globo de Oro al Mejor Director del 2016, “Hasta el último hombre” (“Hacksaw Ridge”) y que en total también está nominada a la Mejor Película y al Mejor Actor de Drama, Andrew Garfield, por interpretar al héroe de la vida real de la Segunda Guerra Mundial Desmond T. Doss, quien fungió como médico del ejército durante la histórica Batalla de Okinawa y se convirtió tras el conflicto en el primer hombre en la historia norteamericana en recibir una medalla de honor sin haber tenido que disparar un solo tiro estando en combate.

 Este es el gran regreso de Gibson en la silla de director equiparando su hazaña personal tras las cámaras a esa memorable épica y también histórica “Corazón valiente” que le diera a ganar los Oscares a la Mejor Película y el Mejor Director de 1995 manteniendo por su parte los temas también recurrentes en su filmografía del héroe que para llegar a un nivel de mártir tiene que pasar por encima de varios obstáculos empezando en este caso los de su propia familia hasta el mismo ejército en donde actores como Vince Vaughn, Sam Worthington o Luke Bracey, entre otros, dan una buena réplica a Garfield en un filme antibélico en la tradición de clásicos como “Ven y mira”, del ruso Elem Klimov.
 
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