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Árbitro electoral: de la opulencia a ‘rascarse con las uñas’
Mientras el nuevo Organismo Público Electoral (OPLE) de Coahuila se “rasca con las uñas” y desconoce si tendrá patrimonio, el extinto Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) laboraba con opulencia; sus bienes ya fueron regresados al Estado.
Tan sólo en vehículos, el IEPC tenía una flotilla de casi 10 millones de pesos, entre autos utilitarios para labores durante procesos electorales, así como vehículos de lujo a cargo de los consejeros electorales.
En el Avance de Gestión Financiera no aparece la descripción total de los automóviles, tal y como lo pide la Ley General de Contabilidad Gubernamental.
En base al Avance de Gestión Financiera del tercer trimestre de 2015, se reitera que el IEPC contaba con un terreno valuado en casi siete millones de pesos el cual le fue donado por el Gobierno Estatal para construir su sede, lo cual nunca hizo.
En 2015, un año sin proceso electoral local, el Instituto contaba con un presupuesto de más de 128 millones de pesos para repartir entre sueldos, operación del IEPC y asignaciones para los partidos políticos con registro estatal.
Sin embargo, el OPLE Coahuila aún tiene sin definir su sede, su presupuesto, su forma de operar y la garantía de que su operación estará sustentada en un presupuesto y en un patrimonio.
El IEPC reportó al Congreso Estatal y a la Auditoría Superior del Estado bienes por más de 36 millones de pesos, contando inmuebles y muebles, así como equipo y mobiliario de oficina y licencias.
El desglose de bienes hecho por el IEPC en el tercer trimestre del Avance de Gestión Financiera sólo se reporta como bienes inmuebles un terreno cuyo valor está en seis millones 906 mil pesos y equipo por 27 millones 842 mil pesos.