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Arroz y frijol
Aquella noche jugaban una Final entre Brasil y México, debe ser la única Final de algo en que se hayan enfrentado esas dos selecciones. De futbol, digo, no sé si en bádminton, matatena o balero ya habían jugado una final de mundial.
Ésta era creo que de Confederaciones, fue allá por el año 99.
Con un jovenzuelo Ronaldinho en la cancha, Ze Roberto, Vampeta, Dida, Warley y otros cuantos... En una jugada en el área le dan el balón a Cuauhtémoc, recibe, se planta, llega por detrás no sé quien, lo empuja, se cae. Penal. Gol. México campeón.
Un tal Nefasto Bermúdez, queriendo ser “muy imparcial” y no verse localista y cargado al lado mexicano, dijo que no era penal, “porque el mismo Cuauhtémoc provocó el choque al frenarse”.
No gasto más tinta en esa estupidez.
Bueno… Bermúdez ya está en el exilio (¡bendito sea Dios!), pero dejó acá otros más piores…
La noche del jueves, en el Tigres-Pumas, en el penal sobre Sobis a los televisos les salió lo chilango, lo universitario y lo tonto. Un tal César Martínez que antes creo que le traía los refrescos y las tortas a Javier Alarcón, ahora es opinólogo y se siente “analista” (¿que no se llamaban proctólogos?, bueno, warever), total que ése, y el “Tito” Etcheverry que alguna vez pateó una pelota con las reservas del León --y su papá fue goleador en Pumas en los 60-- y el cómico de la cola de caballo Lalo Brizio (es que dan más risa sus opiniones de experto, en tonito de vendedor de Cds piratas de La Merced, que los chistes de Teo González) dijeron que no era penal el de Sobis, que “la vendió” muy bien, que se tiró, y que las hilachas.
A los pobres chilangos les ardió hasta el occispucio porque ahora no les hicieron el favor a sus Pumas.
Solo Mario Castillejos, como buen regio que le vale mami, los contradijo cañón, algo de mucho valor en una televisora donde el comentario favorito y de rigor es: “Estoy totalmente de acuerdo contigo”.
Mayito dijo: “No puedes inventar un empujón, si lo hay, es falta y es penal”, punto final.
Y sí…
Que más les cuento. Tigres no jugó al futbol la noche de ese jueves de color y pasión. Jugó al gato y al ratón, al “rondo”, como dicen los españoles al círculo de calentamiento donde se ponen seis futbolistas en círculo y dos tratan de quitarles el balón al resto.
A eso jugó Tigres. Hizo como quiso al pobre pumita que anduvieron correteando el balón y persiguiendo futbolistas Tigres toda la noche.
Todos jugaron un encuentro sensacional, perfecto.
Marcando los tiempos y el ritmo. Jugando a lo que mi estimado Doctor Mejía Barón llama: “arroz y frijol”, tic, tic… Toco y me muevo.
Los Pumas quisieron jugar a lo que juegan todos los demás: A agarrar el balón, y correr con él, quitarse uno de encima y que dos más corran para adelante y elegir dársela a uno de ellos. Y así no es, compadre…
Algunos entrenadores aprenderían mucho si viesen videos, aunque sea en Beta o VHS, de la maquinita roja toluqueña de Enrique Meza de los 90 con Víctor Ruiz, David Rangel, Fabián Estay, Pepe Cardozo, Carlos María Morales, Flaco Macías, Abundis, y coro que los acompañaba…
Yo les diría cómo, pero cobro como consultor, chato…
De hecho, aprenderían viendo a este Tigres como maneja y toca y cómo siempre hay dos o tres opciones para descargar el balón… nada más les falta terminar todas las jugadas con tiro a puerta.
Digo, tengan paciencia, Tuca apenas tiene 10 años o 12 en Tigres, por ai del 2027, hablamos de cómo Dueñas, Damm, Pizarro, Ayala, Rivas y Jiménez tendrán permiso también para tirar a gol. Por ahora, está prohibido… solo Sobis, Gignac y Aquino… los demás, no.
Partidazo de todos, pero en especial de Pizarro. Excelente. De ser un 8 poco agresivo, poco arriesgado y con limitada visión periférica como pasador, fue convertido en un eficaz centrocampista de contención que huele, anticipa, intuye, corta el juego y sirve preciso, sin complicarse. Si supiera patear al arco, estaría en el Chelsea.
Cuando eran ocho, les dije: el que avance de la llave 4 y 5 va a la Final y puede ganarla y ¿qué creen?... parece que sí.
A los otros, nomás por pura dignidá, deberían, mejor perder por default. No sé… decir que se les enfermó su abuelita, que les dio diarrea, dengue, que los “malitos” los levantaron, no sé, inventar algo…
¿O quieren otra de perro bailarín?
Invitados todos al baile-posada. Domingo por la noche en el Olímpico Universitario.
Van a tocar Los Tigres del Norte y a bailar los Pumas...
Sobres!.