‘Aullando como loba…’ (2)

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‘Aullando como loba…’ (2)

¿Ha llegado el fin de los tiempos, el temido Apocalipsis cristiano? ¿Es el fin del mundo por todo lo que nos asiste y de lo cual somos testigos? No poca gente piensa lo anterior. El miedo se nos ha insuflado y nos tiene en confinamiento perenne. Estamos asilados, aterrorizados por un nanobacilo el cual nos puede morder en cualquier momento. Mientras esto ocurre, el fin de los tiempos ha llegado para mucha gente que así lo piensa. Lo anterior ha sido el motivo de un cruento, sanguinario episodio en Piedras Negras. El pasado viernes 6 de octubre, un tipo robusto, regordete, según se aprecia en las fotografías, vapuleó a garrotazos a un pastor muy conocido en aquella comunidad, Crescencio Ramírez.

La masacró a golpes en el rostro hasta dejarlo inconsciente y desfigurado. El pastor Ramírez había salido de su domicilio para encarar al joven, pues éste estaba atacando a pedradas todos los domicilios de la zona. Triste su calavera. El tipo, Hiram “N”, se le fue encima a garrotazos, dejándolo medio muerto en plena calle. El pastor días después murió en el hospital. Cuando los policías maniataron al sujeto, este espetó su rencilla por lo cual atacaba, “se está acabando el mundo”. El agresor es un esquizofrénico. Y si usted lo recuerda, aquí ya sabemos mucho de esquizofrénicos y asesinatos bestiales. Dos de varios hechos recientes han conmovido, sacudido, consternado, perturbado, entristecido y todos los adjetivos que usted quiera ponerle cuando los pronuncian desde su mullido sillón, los nativos de las redes sociales que todo lo pudren. Luego, son fuego fatuo de un momento.

El lunes 19 de octubre, un muchacho esquizofrénico el cual no quería ni tomaba sus medicamentos, asesinó a su madre de sendas puñaladas. Cuando llegó su hermano, también lo atacó. Eso fue en la zona centro de Saltillo, calle De la Fuente. Edgar “N” mató a puñadas a su madre, doña Julieta Hernández de León, de 60 años. Matricidio horrendo. Pero días después, sólo días después, el día 25 de octubre, otro esquizofrénico, Alejandro “N”, atacó a su madre también a puñaladas (Calle Cerrada Apolo, Colonia Ciudad de las Torres). Alejandro “N” tiene 26 años y atacó a su madre, Olga Leticia Castañeda, de 52 años.

¿Lo notó? No son hechos aislados, no. Es ya la vida cotidiana y “normal” de los seres humanos en tiempos de pandemia: tiempos de miedos ocultos, de terror mental, de desesperación, de angustia latente lo cual todo explota en cualquier momento y segundo. ¿Respetar a las mujeres, amarlas y cuidarlas por el resto de la vida? ¿Proteger y cuidar a las mujeres y madres como pétalos de flor, porque ellas son puras, delicadas y frágiles? Una antigualla. Eso es propio de tiempos pasados (es decir, hace cinco o diez años, vaya). Hoy la equidad de mujeres y hombres marca a la letra que son iguales jurídicamente. Aunque, en la vida real, de nada sirve.

ESQUINA-BAJAN

“Mami, se ve que eres bellaca, uh, ¡bellaquísima!/ le tiro el perreque y se me pone perrísima// un flow de nena mala con el que se ve chulísima/ Me dice que no es puta, que es putísima…” Esta y no otra es la “música” de las nuevas generaciones y de los jóvenes que son ya el “futuro de México.” Al parecer la rola se llama “Se menea”, de un tal Uzielito Mix o algo así. La verdad, no alcancé a anotar todo el nombre y los créditos del video el cual se reproduce (junto con otros cientos de ellos) de manera sorda, sin prisa y sin pausa en un restaurante donde en teoría es “ambiente familiar”, “El Costeñito”. Pues sí, donde uno de los socios es Mario Mata, quien por un tiempo anduvo metido en la política comarcana.

“Me dice: no quiero que termines…/ oh, sé que me quieres ver/ bajando por toda tu piel/ oh, sé que quieres que me quede/ enredarte en mis piernas es lo que quieres…” Esto es un fragmento de una canción de J. Balvin y Annita. Vea el video señor lector, mejor a cualquier película porno. Este tipo de música es lo que domina la escena y se escucha todo el tiempo. La quiera usted escuchar o no. Es el mundo “real”. Las mujeres son las que más las tararean, les gusta y sí, las “perrean”. Cuando bramaba la maldita pandemia y a todo mundo obligaron cierre (marzo-abril-mayo), hubo un lugar que nunca cerró: “El Costeñito”. Fui por esos meses una vez por semana. Me llevaba libros, mi libreta y me ponía a leer y tomar par de cervezas.

En cuanto a comida, las veces que pedí alimentos no me fue bien. Guardo mis apreciaciones gastronómicas para siguiente texto. Lo que hacía entonces era ponerme a leer y tomar varias cervezas para mitigar mi sed ancestral.  Pero conforme pasaron los días y mi asistencia al lugar, lo que veía y escuchaba me puso los pelos de punta. Los videos de reggeaton se sucedían sin parar y su “música” y letras empezaron a calar fuertemente en mi alfabeto. Decidí dejar de leer entonces y poner atención: oídos y vista en eso que se repetía sin cesar en sus pantallas. Me considero entonces graduado: “Master en Reggeaton, Trap y Movimiento Alterado.”

A la modelo Yesenia Estefanía, de 24 años en Cajeme, Sonora, la mataron y sus restos fueron hallados en una fosa común. A la modelo e “influencer” (lo que eso signifique) Adriana Murrieta de 25 años, la estrangularon y luego la echaron en un canal de aguas negras en Jalisco. A la niña Ana Roberta de tres años, la mataron de un golpe y ésta sufría de maltrato en su hogar. La mató su madre, según las investigaciones, Ana Karen de 26 años. A Erika Altamirano Maciel de 28 años, la privaron de su libertad. Luego fue encontrada calcinada en su auto (31 de octubre)… En México se cometen más de 10 homicidios de mujeres diarios (Inegi).

LETRAS MINÚSCULAS

“Tiene un culito ahí que lo acabo de textear…/ ahora ve la vida diferente./ Buena, pero le gusta un delincuente…” Esto y no otra cosa se escucha a todo volumen en “El Costeñito”. Tercer texto el día 28.