NIZA.- Bélgica y República de Irlanda jugarán un partido en Burdeos donde el perdedor sufrirá un daño que podría ser casi irreparable en sus opciones para seguir adelante en la Eurocopa.

El equipo irlandés jugó al límite de sus posibilidades ante Suecia y sacó un pobre empate. 

Diferente fue lo que le ocurrió a Bélgica, que comenzó la Eurocopa como una de las principales favoritas y perdió en su choque inaugural 2-0 ante Italia. Sorprendió tanto el resultado como lo poco que enseñó el conjunto de Marc Wilmots.

Wilmots, dirige un equipo extremadamente talentoso, que incluso ocupó por un tiempo el número uno del ranking de la FIFA. Por eso, tanto mayor fue la decepción tras la derrota con Italia, que dejó al desnudo algunas debilidades tácticas.

El seleccionador fue acusado, entre otras cosas, de jugar “con el freno de mano” y no de haber otorgado al equipo un “valor adicional”. 

La República de Irlanda vive pendiente del estado de su importante delantero Jon Walters, con dolores en el tendón de Aquiles, pero un partido como el de hoy exige hasta jugar con molestias.

Por su parte, Bélgica está cuidando a dos de sus principales estrellas, Kevin de Bruyne y el propio Hazard, quienes tienen algunas molestias.

Bélgica no sólo se encomienda al talento de De Bruyne y Hazard, sino a mostrar mayor solidez en el centro del 
campo, donde ni quitó ni creó en el duelo ante Italia. 

Por su parte, Irlanda confía en repetir un encuentro como el de su debut, jugando con enorme intensidad y llevando 
el duelo al terreno físico y  espera que esta vez la fortuna no le dé la espalda para dar una sorpresa.