La toma de protesta de Miguel Ángel Riquelme Solís como gobernador de Coahuila, transcurrió en calma a las afueras del Congreso del Estado. No hubo manifestaciones en su contra, ni porras de sus simpatizantes, a diferencia de la sucesión del exgobernador Rubén Moreira Valdés hace seis años.

Desde las 8:00 horas de este viernes, empezaron a dar arribo los funcionaros que fungieron en la titularidad de las Secretarías del gobierno de Rubén Moreira, así como empresarios y la mayoría de los alcaldes de los municipios de Coahuila. 

Durante el acto protocolario, las Fuerzas Públicas del Estado extendieron el blindaje de los alrededores del Congreso, cercando el boulevard Francisco Coss en una extensión de tres cuadras partiendo de Purcell hasta el Teatro de Ciudad, provocando que los estacionamientos de la Plaza de las Ciudades Hermanas y el de Soriana Coss quedaran abarrotados. 

A pesar de que la oposición integrada por el Frente Digno de Coahuila, realizó una manifestación monumental en Saltillo en junio de este año que tuvo una cifra record en asistencia, los elementos de Fuerza Coahuila en el perímetro, informaron que en ningún momento se avistó algún tipo de protesta dentro del perímetro. 

Durante la toma de protesta, la bancada del PAN integrada por  Jesús de León Tello, Yolanda Acuña Contreras, Lariza Montiel y Armando Pruneda se ausentaron de sus curules.

Después de recibir el nombramiento, Miguel Ángel Riquelme salió del Congreso del Estado para dirigirse a su primer evento como gobernador en el Salón Villa Ferré al norte de Saltillo, donde los funcionarios invitados fueron recibidos por una porra de al menos 10 simpatizantes de su partido que esperaban en el lobby de la recepción. 

Más tarde, el excandidato de Morena por la gubernatura del Estado, Armando Guadiana, declaró únicamente a través de un boletín de prensa, que Miguel Ángel Riquelme, dará seguimiento a la impunidad que ha encubierto a los ‘Hermanos Moreira’ de los ilícitos señalados en el estado de Coahuila.