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Caso Ayotzinapa: Persiste la sombra del crimen en Iguala
CIUDAD DE MÉXICO.- Narcotráfico, prostitución, homicidios, miedo y desconfianza en las autoridades son los factores que persisten en Iguala, Guerrero, a dos años de la desaparición de los 43 alumnos. El Diagnóstico Integral del Municipio de Iguala, realizado por la Segob como parte del Programa Nacional de Prevención de la Delincuencia (Pronapred), señala que el entorno se complicó por la incursión de la heroína negra en Estados Unidos.
Esta es de menor calidad y más económica que la cocaína, señalan, debido a que Iguala es ruta de trasiego de drogas a entidades de alto consumo como la Ciudad de México, por formar parte del Triángulo del Sol, Taxco-Acapulco-Zihuatanejo.
Aunado a ello, la colusión del crimen organizado con la Presidencia municipal, que encabezaba José Luis Abarca cuando desaparecieron los estudiantes, para facilitar y expeditar los envíos, provocaron un “disparo en los delitos de alto impacto social en el municipio y en los aledaños, a parte de librar una guerra con bandas rivales por el control del cultivo, la producción y el embarque hacia los distintos mercados de consumo”, establece el documento de la Segob.
El estudio fue realizado los primeros meses de 2016. En él se analiza la situación del municipio durante 2015, año siguiente a los hechos del 26 de septiembre.
La Segob detectó que en los últimos dos años proliferaron las motos o motonetas, al grado de calificarlas como una “plaga”, puesto que ese es el modo de operar de halcones y sicarios de la delincuencia organizada, sin que las autoridades municipales de tránsito puedan controlarlos.
La situación fue advertida desde el diagnóstico realizado el año anterior, correspondiente a 2014, en el que la Segob detectó la existencia de bares, cantinas y una llamada zona de tolerancia, al igual que diversos afters, “sin contar con mayor información”.
Percepción se dispara
La percepción ciudadana sobre inseguridad se disparó, debido al acelerado deterioro de la condición macroeconómica del País, producto de la recaída recesiva en Europa, Estados Unidos y China, que provocó el desplome de los precios de materias primas, de los mercados bursátiles y financieros y de las economías en desarrollo de América Latina y Asia”, reprocha el documento de la Segob.
A través de la encuesta de percepción y actos de corrupción, el Consejo de Participación Ciudadana del Municipio de Iguala detectó en 2014 que 30% de la población calificaba a los funcionarios de la administración municipal como corruptos; 20%, como muy corruptos, y 50% como medianamente corruptos.
Además, 30% opinaba que los elementos de la Policía Municipal eran muy corruptos; otro 30%, que eran corruptos, y 40% los calificó como medianamente corruptos. “20% de los participantes declaró que los problemas del municipio son la corrupción y la falta de ética de servidores; 30% opinó que son la violencia, la delincuencia y el crimen; 30% que es el desempleo, y 20%, problemas sociales”, señala el documento.