Cometa Lovejoy, cargado de grandes cantidades de alcohol y azúcar

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Cometa Lovejoy, cargado de grandes cantidades de alcohol y azúcar

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El alcohol liberado por el cometa es el equivalente a 500 botellas de vino por segundo.

Por Sarah Romero para Muy Interesante

La química de los cometas no es tan sencilla como pensábamos. Un reciente estudio liderado por el experto Nicolas Biver del Observatorio de París (Francia) ha descubierto que el cometa Lovejoy libera al espacio grandes cantidades de alcohol etílico (el mismo que encontramos en las bebidas alcohólicas) así como moléculas de glicoaldehído, un azúcar (monosacárido). El hallazgo ha sido publicado en la revista Science Advances. 

Lovejoy, uno de los cometas más brillantes y activos desde el cometa Hale-Boop (llamado el Gran Cometa de 1997), pasó muy cerca del Sol el pasado 30 de enero de 2015, momento en el que la atmósfera del cometa aparecía mucho más brillante y también más activa. Y es que la luz del Sol da energía a las moléculas de la atmósfera del cometa haciendo que brillen en frecuencias de microondas específicas para cada una de ellas (y si son visibles las ondas microondas, cada frecuencia se vería de un color distinto), por lo que los astrónomos pudieron identificar cada tipo de molécula gracias a su diferente coloración. Analizar toda esta gama de frecuencias de forma simultánea permitió a los astrónomos determinar los tipos y cantidades de muchas moléculas diferentes en el cometa a pesar de contar con un corto período de observación. 

Los resultados revelaron que el cometa liberaba tanto alcohol al espacio como unas 500 botellas de vino cada segundo durante su pico de actividad. En total, los investigadores hallaron 21 moléculas orgánicas diferentes en el gas del cometa, incluyendo las mencionadas, alcohol etílico -en cantidades asombrosas- y glicolaldehído, un azúcar (monosacárido) simple. 

Este descubrimiento profundiza y apoya aún más la hipótesis de que los cometas podrían haber sido una fuente de moléculas orgánicas complejas necesarias para la aparición de la vida. “El resultado definitivamente promueve la idea de que los cometas llevan una química muy compleja”, comenta Stefanie Milam del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA y coautora del estudio. 

“El siguiente paso es ver si el material orgánico que se encuentra en los cometas vino de la nube primordial de la que se formó el sistema solar, o si se creó más tarde, dentro del disco protoplanetario que rodeaba al joven sol”, explica Dominique Bockelée-Morvan, coautor del estudio.