Cómo crear hábitos alimenticios saludables ¡Y disfrutarlos!

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Cómo crear hábitos alimenticios saludables ¡Y disfrutarlos!

Foto: Tomada de Internet
Cocinar es una habilidad que si se practica se hace más fácil y agradable. Pasar el tiempo compartiendo la cocina del hogar puede garantizar que los platos favoritos de la familia se pasen año tras año

Todo lo que necesitaba saber en mi vida lo he podido aprender en la cocina de mi madre. Recuerdo el maravilloso olor de los alimentos caseros flotando en el aire cuando volvía a casa de la escuela. Fueron esas comidas preparadas con esfuerzo y cuidado, las que nos conectaron en un compartir diario de hábitos saludables alrededor de la mesa.

Hoy más que nunca somos una sociedad "en movimiento", y parece que cada vez hay menos tiempo para las cosas que más importan, a menos que creemos ese tiempo. Cocinar, en particular, es una habilidad que cuando se practica regularmente se hace más fácil y más agradable. Pasar el tiempo compartiendo la cocina del hogar también puede garantizar que los platos favoritos de la familia se pasen año tras año.

Sin embargo, no son sólo los alimentos que cocinamos en casa. Incluso en el lugar de trabajo hay espacios donde podríamos compartir un bocado para comer con un colega. Sin embargo, ¿cuántos de nosotros usamos sólo microondas para calentar rápidamente una comida, y luego retirarnos de nuevo a nuestros escritorios con el objetivo de ser más productivos? Por otra parte, una investigación muestra que aquellos que toman una mayor pausa para el almuerzo, en realidad pueden ser más productivos en el largo plazo y tienen niveles más bajos de estrés.

Para llevar las cosas un paso más allá, y cocinar o preparar la comida junto con aquellos con los que trabajamos, puede contribuir a la construcción de equipos. Por ejemplo, muchas compañías han implementado desafíos en la cocina en equipo y otros eventos similares, como una forma de involucrar a los empleados y mejorar las relaciones de grupo, la confianza, y la capacidad de establecer metas y alcanzarlas.
Las actividades de bienestar en el lugar de trabajo, que incluyen talleres de cocina o de alimentos, pueden ser cada vez más populares por una buena razón: promueven no sólo la alimentación saludable, sino también relaciones saludables.

Cocinar también puede ser una manera poderosa de entender mejor el lado práctico de aprender a comer más sano o seguir una dieta especial para ayudar a manejar una condición de salud. Por ejemplo, una dieta saludable para el corazón o la diabetes puede parecer algo compleja cuando se ve en detalle en un folleto educativo. Sin embargo, traducir estas dietas en simples menús diarios centrados en recetas con ingredientes comúnmente encontrados ayuda a las personas a construir confianza en hacer que estos cambios funcionen en sus vidas reales.

En los hospitales y en las clínicas de cuidados médicos, muchos programas ofrecen clases de cocina como parte integral del plan de atención del paciente y recetar comidas para cocinar puede ser más factible cuando los médicos y otros proveedores de salud se familiaricen con la práctica de los beneficios de la educación nutricional con su pacientes. Por ejemplo, un hospital ha creado una demostración de cocinar en la que organizan clases de cocina comunitarias, en curso para proporcionar experiencias con alimentos saludables para los pacientes y sus familias.

Otros lugares donde la cocina está transformando los hábitos alimenticios se encuentran en entornos comunitarios como escuelas, comedores populares, clases universitarias de cocina de extensión local, e incluso programas como 'Meals on Wheels' (Comidas sobre ruedas) que traen los beneficios saludables de la cocina a las personas que están en casa.

Preparar y compartir comida con amigos, familiares, compañeros de trabajo, y vecinos, puede ser una forma de crear un entorno para una alimentación saludable, así como en toda la comunidad. Una manera fácil de empezar es planificar una comida compartida o 'potluck' con otros en una ubicación común.

Una sopa mensual compartida, o la noche de la ensalada, se han convertido en un evento regular de cada compartido con dos de mis mejores amigas, sus maridos y niños. Cuando troceamos el pan y disfrutamos de un cálido plato de sopa casera juntos cada mes, también compartimos cumpleaños, los últimos acontecimientos, historias de viajes recientes, o incluso caminatas diarias, que son mejores cuando se comparten con una buena comida entre amigos.

Otra opción es crear un libro de cocina junto con la familia, compañeros de trabajo, u otros grupos, e invitar a todos a contribuir con sus recetas favoritas. Incluyendo imágenes personales de los alimentos, o de los recuerdos asociados, así como una breve historia de por qué la receta es significativa puede servir para conectar las tradiciones personales.

Un hallazgo reciente en nuestra casa ha sido un libro de recetas, compilado con recetas de la familia, desde los días de la infancia. Las recetas recuerdan momentos íntimos o sencillos cuando la cocina de mamá fue lo que nos reunió para juntarnos alrededor de la cocina y sentarnos en la mesa para una cena familiar.

Aquí hay algunas maneras más fáciles de disfrutar de los beneficios de la cocina con un grupo:

Ponga una olla de cocción lenta en una habitual área común, ya sea en casa o en la oficina. Haga que las personas de su entorno traigan uno o más de sus ingredientes favoritos para contribuir a una sopa o un guiso saludable. Todo el mundo disfrutará del olor a medida que los ingredientes comienzan a transformarse lentamente en una comida abundante para compartir.

Cree un ‘bar de batidos’ con todo tipo de frutas, yogur, y otros ingredientes saludables, e invite a los miembros del grupo a hacer una bebida personalizada de su elección para un refrigerio saludable.