WASHINGTON.- Las investigaciones y testimonios ante el Congreso han marcado los últimos nueve meses de la vida política en Washington con el equipo de Donald Trump luchando contra graves acusaciones de colusión con una nación hostil durante la campaña. La Asamblea de representantes anunció que va a investigar el sello de aprobación que la administración de Barack Obama dio a la compra de la empresa Uranium One entre 2009 y 2013.

Ya existe una investigación abierta en el Senado, comandada por el republicano Chuck Grasley, que explora si existió conflicto de interés para Clinton y Obama en la aprobación de la compra de Uranium One. Grassley cuestionó la semana pasada a diez agencias federales acerca de si tenían conocimiento de la investigación que el Departamento de Justicia tenía abierta sobre los rusos.

“El hecho de que subsidiarias de Rosatom en Estados Unidos estuvieran bajo investigación criminal como resultado de una operación de inteligencia aparentemente cerca del momento en que [...] fue aprobada la transacción Uranium One/Rosatom, genera dudas sobre si dicha información fue un factor a la hora de aprobar la transacción”, dijo el senador.