Junto al ataúd la bandera de México, del partido blanquiazul y flores blancas adornaban su muerte.
El cuerpo fue cremado como dictan las normas de salubridad en el país vecino para los fallecimientos por COVID-19.
Confirmado además por una de sus hijas en redes sociales, quien expresó que “así como jefe y rey que era, lo vamos a tratar por igual y celebrar su partida con una cremación”, luego de relatar un cuento del escritor, Ahmad ibn Fadlan, sobre que el fuego facilitaba el viaje al reino de la muerte.
“Mucho agradeceremos el que nos pueda acompañar en este momento. Por el eterno descanso de su alma, anticipamos nuestro profundo agradecimiento por sus oraciones. Alguna instrucción para enviar flores o dar donativos para aquellos que no puedan asistir al servicio, por favor comuníquese con Grissella Martínez.
Para los que lamentablemente no puedan asistir, lo vamos a hacer en vivo también”, fue publicado en el evento organizado en redes sociales.
La despedida del destacado político, quien solicitó asilo político en Estados Unidos, en el año de 1987 cuando durante un proceso electoral estatal de Coahuila, fue secuestrado y golpeado brutalmente por presuntos agentes federales, fue despedido en medio de cantos en ambos idiomas.