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¿Han escuchado o leído opiniones como éstas? “¡Cómo exageran con la importancia de internet!” “La televisión es eterna” “Esos novedosos que hacen videos para internet son quienes no la hicieron en la televisión tradicional”. Pues permítanme decirles que seguramente son emitidas por personas que viven aferradas, con uñas y dientes, al pasado. Todos aquellos que no pueden ver que el internet ha transformado de manera fundamental la manera en que nos comunicamos y consumimos entretenimiento, son quienes eligen de manera voluntaria no ver la realidad.
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Es como estar en medio de un incendio, cerrar los ojos y afirmar en voz alta: “¡Yo ni calor tengo!” El problema de esos tercos es que, aunque no lo acepten, van a terminar envueltos en llamas. Ya lo he dicho hasta el cansancio en este espacio: el reinado absoluto de la televisión ha terminado. Eso no significa que los canales de televisión vayan a apagar sus señales en unas cuantas horas, quiere decir que sus productores, talentos y promotores deben ya adaptarse a los nuevos tiempos y modificar sus formatos para, primero sobrevivir y después, crear una nueva manera de hacer y vender los productos que ofrece la televisión tradicional.
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Las señales de estos nuevos tiempos nos llegan día a día y un claro termómetro que, en nuestro país, nos permite medir la temperatura de lo que sucede con la televisión, son las noticias que nos llegan desde Televisa, la cadena más importante de entretenimiento no solamente de nuestro país, sino de Latinoamérica. Hace un par de meses se hizo del dominio público que los empleados de Televicine en Coyoacán, se mudarían a Televisa San Ángel (donde hacen las telenovelas) porque la antigua casa en Coyoacán sería rentada. Además, también desocuparían las instalaciones de Televisa Santa Fe pues sus terrenos fueron cedidos a María Asunción Aramburuzabala como liquidación de sus acciones de la compañía.
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¡Pero las cosas no terminaron allí! Hace un par de días trascendió que, para obtener ingresos de la forma que sea, Televisa decidió poner en renta algunos de sus espectaculares y muy bien equipados foros en donde se han producido telenovelas y programas que fueron increiblemente exitosos en el pasado. Así que, rápidamente, los han desocupado para que cualquier casa productora entre a trabajar en ellos en el instante en que paguen la tarifa solicitada. Esta crisis histórica no solamente pega a los empleados e instalaciones de la Ciudad de México, sino que en todas las sedes ubicadas a lo largo y ancho de la República Mexicana también están ocurriendo cambios fundamentales que muchos habían jurado que jamás sucederían.
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Tenemos el caso de Televisa Monterrey cuyos directivos acaban de hacer público el anuncio de algo que ya era un secreto a voces entre quienes trabajamos en medios de comunicación: antes de que termine el presente año abandonarán completamente las instalaciones en las que crearon la televisión regiomontana desde sus orígenes. Ahora, con la planilla de empleados recortada al mínimo, se trasladarán a uno de los pisos de un nuevo edificio ubicado en la famosa Avenida Constitución. Por supuesto que, en un principio y por estrategia comercial, harán que el público se concentre en el glamour de estar ubicados en un rascacielos ultra moderno para ocultar la triste realidad: la empresa está reduciendo su tamaño e importancia al mínimo.
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Para quienes hemos transitado a lo largo de nuestra trayectoria profesional en esas empresas, es muy triste recibir estas noticias. Verlas avanzando pesada y lentamente a los nuevos tiempos nos obliga a reflexionar sobre la importancia de adaptarse cada vez más rápido y mejor si no queremos quedarnos en el camino. Volviendo a las noticias nacionales, trascendió que muchos empleados de larga carrera en la empresa han sido despedidos o se les ha retirado su exclusividad. El actor Mauricio Herrera de 83 años se quedó sin el ingreso, que asumía vitalicio, del mismo modo que ocurrió sorpresivamente con el conductor Juan José Origel, por mencionar sólo a dos.
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De hecho, Juan José Origel, especialista en espectáculos, declaró que “Llevo más de veinte años trabajando en Televisa…es triste…que de la noche a la mañana te digan que hasta aquí llegaste…no estoy en contra ni dolido…pero…se siente muy feo.” Y para que quede clara a todos la desesperación de la empresa por recuperar niveles de audiencia y con ello ingresos, adivinen a quién le levantaron el veto en los últimos días. ¡A Lucero! Y así regresa la hija pródiga a diferentes programas entre los que, seguramente, se encuentra la nueva edición del Teletón que ahora se llevará a cabo en octubre. ¡Señores! Los cambios históricos de la televisión mexicana no han hecho más que empezar. ¡Ya lo verán!