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El clóset que mató a Rock Hudson
1.- El 2 de octubre no se olvida. Pero, entre otras cosas, porque este año en esa fecha se cumplieron 35 años del fallecimiento de la legendaria estrella de Hollywood Rock Hudson. Nacido en Winnetka, una pequeña población del estado de Illinois en los Estados Unidos el 17 de noviembre de 1925, Roy Harold Scherer Jr, era la personificación de la palabra “contradicción”. Era un hombre inmenso de 1.95 metros de estatura pero con una personalidad ingenua y más bien dulce.
2.- Otra gran contradicción en su persona –por lo menos en la época en que le tocó vivir– era que su físico y actitud hacían de él la opción ideal para convertirse en el esposo de cualquier mujer. La fila de damas que caían rendidas a sus pies siempre fue inmensa. Pero Rock Hudson era homosexual. Y nunca intentó engañarse a sí mismo al respecto. Antes de ser descubierto por los productores de Hollywood, se alistó en la Marina de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial.
3.- Después del conflicto bélico, trabajó detrás del volante como taxista y también como camionero. Es decir, siempre se desenvolvió en ambientes prototípicamente masculinos, donde se facilitaban sus romances con varones y era posible mantenerlos más o menos en secreto. Sin embargo, al momento de convertirse en súper estrella internacional, esto dejó de ser posible. El severo ojo crítico y el posterior juicio que los grandes públicos hacen de sus líderes, ídolos y dioses, dejaban a Rock sin posibilidad alguna de tener novio.
4.- Fue en la década de los años 50 del siglo pasado que Rock Hudson se convirtió en una estrella internacional tan grande y poderosa como décadas después serían Tom Cruise, Brad Pitt o Leonardo DiCaprio por mencionar sólo tres. Pero en la época de Hudson, el “Star System” de los estudios de cine, era tan estricto y cerrado que las estrellas terminaban siendo una especie de propiedad de los productores. Y ellos determinaban hasta el estilo de vida que cada celebridad debía tener. Por eso ordenaron a Rock que se casara con una mujer.
5.- La elegida para desempeñar el papel de esposa abnegada fue Phyllis Gates una secretaria de los estudios que se casó enamorada y engañada sobre la verdadera orientación del actor. Un par de años después, la mentira fue insostenible en la intimidad, se divorciaron en secreto y Phyllis jamás volvió a casarse. Ella sobrevivió a Hudson y murió hasta 2006. Después del divorcio, el actor nunca volvió a tener compañía femenina e intensificó tanto la cantidad como la clandestinidad de sus encuentros con hombres.
6.- Aquí la palabra clave en la tragedia es “clandestino”. Lo que se mantiene oculto termina acumulándose como un río al que se le impide correr y, cuando ya no es posible, todo lo inunda. Rock Hudson se enamoró profundamente de su corredor de bolsa, un hombre llamado Lee Garlington a quien estuvo unido algunos años, pero las circunstancias de la época les impidieron mantenerse unidos. Con su estilo de vida en secreto, la gran estrella hollywoodense terminó enfermando de SIDA y convirtiéndose en la primera figura de alto perfil en caer ante esa enfermedad.
7.- Las nuevas generaciones están sumamente lejos de esos tiempos. Conozco a un joven escritor de 22 años de edad quien, desde sus 20 mostró en público su interés romántico por un muchacho de su edad, como lo hubiera hecho con cualquier jovencita. Nadie lo juzgó y no hubo ninguna consecuencia (positiva o negativa) al respecto. De hecho, el novel dramaturgo acaba de recibir un premio a nivel nacional. Pero Rock Hudson vivió en una época en la que las apariencias lo eran todo. Y muchos murieron por mantenerse clandestinos.
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