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Culebrón al estilo de Purón
Usted apenas podría suponer el nivel de hastío que me embarga, provocado (en parte) por la incertidumbre política que prevalece en el Estado.
Es como si viviera en un domingo perpetuo, nomás que sin comer carnitas. La bendita internet, sin embargo, tiene suficientes videos de gatitos haciendo cosas bonitas como para ocuparnos la vida entera en ellos.
Saltando de un sitio web a otro, de perfil en perfil, encontré un video que me concedió la gracia de asesinar algunos minutos de este tedio del que le hablo.
Se trataba de un top siete o recuento de las mejores-peores escenas de telenovelas mexicanas. Es decir, las que por su mala hechura, sus paupérrimas actuaciones, su ausencia de lógica o simple estupidez, provocaban la risa donde se supone deberían causarnos un soponcio de la puritita angustia.
Sería inapropiado comentarlas todas, pero los videos chatarra de internet allí están, al alcance de cualquiera, cuando quiera. Me llamó, sin embargo, el número 4 de esta magna antología del culebrón mexicano:
La telenovela: “Marimar”; la protagonista: Thalía de Motola (“Hello, Moto!”). La escena:
EXT/DÍA/PLAYA
MARIMAR bebe agua de un coco y se sorprende con la presencia de ANGÉLICA, quien llega montada en su caballo.
ANGÉLICA.- ¿Ves esta pulsera? Era de la mamá de Sergio. Sergio la quería para él, la aprecia muchísimo. Esto es lo único que conserva de su madre. ¿La quieres como recuerdo? Pues te la regalo, pero si la recoges de ese charco con los dientes.
ANGÉLICA arroja la pulsera a un charco cercano y ve con regocijo a MARIMAR agacharse y recoger la pulsera como se le pidió. Al levantarse su cara está inmunda de lodo. Corte a comerciales.
La pulsera era lo de menos, lo cabrón era levantar la dignidad del fango, pero esa es tan prescindible como si fuese un par de costillas flotantes.
Mas yo no pude evitar recordar al alcalde de Piedras Negras, Fernando Purón Johnston, quien protagonizó su propia, muy lastimosa y fronteriza versión de “Marimar” hace unos años, cuando andaba en campaña.
Recordará que Purón Johnston, renunciando a los exiguos retazos de decoro que le quedan a cualquier político y, aprovechando una de las frecuentes inundaciones pluviales que le han dado fama a la capital mundial de los nachos, se zambulló en el agua puerca junto con algunos niños damnificados por la inundación y posó con ellos para la foto electorera en actitud de estarla pasando a toda madre.
Con este gesto tan falto de honor, aun para un candidato desesperado en un país tercermundista, Purón Johnston llevó la política a donde Thalía llevó con su actuación a las telenovelas, esto es varios estratos más debajo de donde se encontraban, lo que ya es mucho decir.
Las historias (ambas tres) tienen final feliz: Thalía cobró sus millones; su personaje, la costeñita Marimar debió quedarse al final con el tal Sergio de las pulseras (¿no?); y Purón Johnston resultó electo Presidente Municipal de una de las ciudades más asoladas por el crimen organizado. ¡Enhorabuena a todos!
Pero el alcalde fronterizo volvió a ser noticia hace unos días, demostrando que aquello no fue un lapsus estúpidus provocado por la fiebre electoral o la cisticercosis, sino que, en efecto, su cerebro es un verdadero enigma.
Designado coordinador del equipo de seguridad y Procuración de Justicia de la transición Moreira-Riquelme, Purón Johnston fue interrogado sobre uno de los temas más serios y sensibles para Coahuila: los desaparecidos.
Tomándoselo a broma, minimizando el asunto como si no fuera Coahuila el tercer Estado en desapariciones (55.3 personas desaparecidas por cada 100 mil habitantes), sólo superado por Tamaulipas y Sinaloa (bien raro), Purón Johnston desestimó toda la gravedad de la situación. Para él todo se reduce a gente aburrida que se fue de infiel con otras parejas y niñas que se fugaron con el novio.
El tal Purón incluso ridiculizó los señalamientos al Gobierno hechos por el Fundec (Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila), comparando su clamor con sus problemas domésticos: “A mí me dejaron tirada la basura y no ando de mal humor”.
De verdad, también le recomiendo que vea este video para que lo crea y, de paso, me informe cuál es la deficiencia que padece este engendrito que se suma desde ya al Dream Team Riquelme.
¡Oh sí! Porque Riquelme es aún Gobernador Electo y, si no acaece el milagro que todos estamos esperando, él y toda una caterva de mequetrefes estilo Purón Johnston nos van a venir a “administrar e impartir justicia”.
¡Que Valentín Pimstein nos agarre confesados!
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