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De rimas arrimas
Recibir un libro que se espera es cosa grata, pero recibir uno que no se espera es cosa más agradable aún. Hace poco el servicio de mensajería me entregó un sobre enviado por don Manuel Ayuso, galano epigramista de Mérida, colaborador en varios periódicos de la Península.
Conocí a este gran rimador en la capital yucateca, cuna de Pichorra y Guty Cárdenas. Una noche nos invitó a mi esposa y a mí a cenar en su casa. Ahí disfrutamos de la riquísima cocina yucateca, y gozamos también con el humor de nuestro anfitrión, dueño de esa vena de risa que la gente de Yucatán posee al lado de su lirismo poético y musical. Pichorra y Guty Cárdenas, ya dije.
En esa ocasión Ayuso declaró ante los presentes que alguna vez pondría en verso algunos de los chistes que he sacado en mi columna “De política y cosas peores”. Yo pensé que su dicho era mera cortesía. Cuál no sería mi sorpresa —hermosa frase inédita— cuando en aquel sobre que recibí encontré un libro publicado por el Gobierno del Estado de Campeche a través de su Instituto de Cultura. El libro se llama “Catón en Rima”, por Manuel Ayuso Barrera. He aquí su prólogo:
“Hablar de Catón es referirse al columnista más leído a nivel nacional. Su gustada sección ‘De política y cosas peores’, la cual es publicada en más de un centenar de periódicos, es esperada a diario por miles y miles de lectores.
“Los diversos tópicos que aborda: históricos, filosóficos, políticos y humorísticos, lo convierten no sólo en un líder de opinión, sino también en un escritor archidelectable y superameno.
“Admirador, como soy, de su vasta cultura e inagotable ingenio, me he atrevido a seleccionar algunos de los chistes con los cuales adereza sus escritos, para convertirlos —espero— en jocosos versos. Sirva este libro, además, como un reconocimiento al singular talento del licenciado Fuentes Aguirre, a quien en unión de su muy querida esposa Lulú dedico esta modesta obra...”.
Jocosos y divertidos son, en efecto, los versos de Manuel Ayuso. Y para muestra va éste cuento rimado cuyo sugestivo nombre es “Las Posiciones del Amor”:
“Tres damas recién casadas / comentaban con agrado / la forma en que habían logrado / el quedar embarazadas.
La primera dijo así: / ‘Yo comencé este relajo / estando mi cuerpo abajo / y mi viejo sobre mí. / Según dato respetable / -basado en la posición- / es altamente probable / que mi hijo sea varón’.
Y respondiendo de tajo / dijo la segunda amiga: / ‘Pues a mí en este trabajo / me ha tocado estar arriba. / Debo entonces suponer / que, si todo bien se aliña, / muy pronto habré de tener / en mis brazos una niña’.
Dijo la última, al saber / que todo era en base al rito: / ‘Yo, entonces, voy a tener / un hermoso cachorrito’”.
He aquí otro botón de muestra:
“Omar sufrió un accidente / al chocar en una esquina. / Le adaptaron prontamente / una mano femenina. / De nuevo ya en en su tarea / —en su vida regular— / le preguntó doña Andrea: / ‘¿Cómo le va, don Omar?’. / ‘Aunque bien en apariencia, / tengo un leve impedimento / que me cala la conciencia / y me aturde el pensamiento. / La mano está bien en sí, / pero algo he de confesar: / después de que hago pipí / ya no me quiere soltar’”.
Le doy las gracias a don Manel Ayuso por su libro. Es un gusto ver en buen verso lo que escribí en mala prosa.