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De Sterling Hayden a Gregory Peck
Mientras que la última semana de marzo se caracterizó por aniversarios de decesos de actrices y cantantes como Lola Beltrán y Rocío Dúrcal, en el cine norteamericano fue de centenarios.
El primero de ellos se conmemoró el sábado 26 de marzo cuando hubiera cumplido 100 años de edad el actor Sterling Hayden, nacido con el nombre de Sterling Relyea Walter en Upper Montclair, Nueva Jersey, quien se consolidó como uno de los más rostros más familiares del género del llamado “cine negro” a partir de los inicios de la década de los 50 cuando protagonizó bajo las órdenes del director John Huston “La jungla de asfalto”, en 1950, donde compartió créditos con Marilyn Monroe en una de sus primeras películas; de otro gran realizador compatriota suyo como Nicolas Ray en el western “Johnny Guitar”, de 1954, al lado de la diva Joan Crawford y en 1956 de vuelta al cine negro dirigido por el no menos prestigiado cineasta británico Stanley Kubrick en “The Killing”.
Precisamente bajo la dirección del maestro Kubrick otra vez fue que obtuvo uno de sus más importantes reconocimientos al ser nominado al BAFTA como el Mejor Actor Extranjero de 1964 por su trabajo en esa extraordinaria sátira sobre la Guerra Fría titulada “Doctor Insólito” y en los 70 su compatriota Francis Ford Coppola no podía dejarlo fuera de su gran épica gangsteril “El Padrino”, de 1972, donde interpretó al corrupto policía McCluskkey cuyo asesinato a quemarropa por parte de Michael (Al Pacino) en una secuencia clave del filme determina el destino del heredero Corleone. Hayden falleció el 23 de mayo de 1986 a los recién cumplidos 70 años de edad.
Siguiendo con los cumpleaños, el lunes 28 de marzo quien estuvo de manteles largos fue el escritor peruano ganador del Nóbel de Literatura Mario Vargas Llosa al llegar a sus 80 primaveras y quien puede presumir que ha tenido varias obras suyas adaptadas, unas con más éxito que otras, al cine tanto de su país (“La ciudad y los perros”; “Pantaleón y las visitadoras”); de México (“Los cachorros”, dirigida en 1972 por el maestro Jorge Fons) o el mismo Hollywood, donde el director Jon Amiel (“El Regreso de un Extraño”, de 1993) adaptó con muy buen tino su novela “La tía Julia y el escribidor” en lo que se conoció en 1990 como “Tune in Tomorrow”, protagonizada por Keanu Reeves, Barbara Hershey y Peter Falk, entre otros.
El martes 29 de marzo el cine hollywoodense se vistió de luto con el fallecimiento a los 69 años de edad de Patty Duke, ganadora del Oscar a la Mejor Actriz de Reparto de 1962 por su entrañable trabajo como Helen Keller en el clásico “La maestra milagrosa” (Arthur Penn, 1962), y justo una semana después, hoy hubiera cumplido 100 años de edad Gregory Peck, quien el mismo año que Patty Duke ganó su estatuilla dorada él se alzó con la suya, en su caso en la terna como Mejor Actor por su no menos destacado trabajo protagónico en la clásica “Matar a un Ruiseñor”, de Robert Mulligan.
Para ese punto de su carrera ya Peck había impresionado por su versatilidad trabajando con directores de la talla de Hitchcock (“Cuéntame tu vida”, 1945); King Vidor (“Duelo al sol”, 1946); Elia Kazan (“La luz es para todos”, 1947) y William Wyler (“La princesa que quería vivir”, 1953), entre otros, siendo una de sus últimos trabajos realizado en México bajo la dirección del argentino Luis Puenzo en “Gringo viejo”, de 1989, basada en la novela del también laureado escritor mexicano Carlos Fuentes y donde compartió créditos con la también ganadora del Oscar Jane Fonda. Muchas felicidades.
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