Del ICAI a la Fiscalía (texto recargado)

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Del ICAI a la Fiscalía (texto recargado)

El Fiscal tendría controladas dos instituciones clave: Transparencia y Anticorrupción

Gracias por leerme, agradezco que usted me lea y atienda estas letras. El tríptico aquí publicado donde abordé el entramando entre el ICAI, el IEC, el Fiscal Anticorrupción y su ADN de cercanía con el Gobernador del Estado,  fue bien leído por usted y harto replicado. Gracias de nuevo. Y a petición nuevamente de usted, regreso al tema. Usted manda, qué le vamos hacer. Pero que quede constancia que hay temas mejores y de más interés y edificantes, como lo sería glosar aquí las letras de dos altos escritores los cuales me tienen con un insomnio de la chingada, debido ha sus altas letras: Boris Vian y Ricardo Piglia (ambos unidos a la eternidad). Me he comprado sus libros (una parte de ellos), he gastado una fortuna, pero caray, es fuego, letras envueltas en llamas. Es fuego que purifica. 

Y efectivamente, el fuego que no purifica, para decirlo con Octavio Paz, es la cercanía con el príncipe, en este caso, la cercanía con Rubén Moreira, Gobernador del Estado, que sigue siendo el mandamás en todo, ante un apocado, disminuido y desaparecido ahijado Miguel Ángel Riquelme, Gobernador electo que no elige ni a sus amigos. Vamos por partes una vez más en este entramado de intereses, alta nómina, presupuestos a manos llenas y bajo perfil, muy bajo perfil de los involucrados. Comenzamos. Caray, pero no me quito de la cabeza que aquí debería de contarle de la literatura de Vian y Piglia, pero bueno. Mi conciencia me llama. 

El presidente del ICAI, Luis González Briseño, tuvo a bien marcarme a mi celular para agendar charla y saludo. Entre burlas y veras, me dio a escoger tres lugares de reunión: el mítico Don Artemio, la cantina El Casinito en pleno Centro calamitoso de Saltillo (dijo el presidente: “para refrescarnos con un buen par de caguamas, maestro”, sin duda, caray) o unos buenos tacos en la taquería de mi elección. Reí de buena gana. Conocedor de ese Saltillo que se está evaporando, Briseño me hizo reír con su buena propuesta. 
Por estos días le cuento de cómo estuvo la charla y el plan de trabajo del Presidente del Instituto de Transparencia. 

Por mensajes, el Fiscal Jesús Flores Mier me dijo de su apretada agenda laboral y le dije que sí, nada urgía. Yo sigo esperando a su tiempo. Por estos días espero verle. Y me detengo en este actor político porque todo se ha precipitado de nuevo una vez más. La Fiscalía Anticorrupción está a punto de nacer muerta. Del protagonismo de Flores Mier los primeros días, ha pasado al ostracismo. A Humberto Moreira de plano le dijo: “… no es mi amigo”. Pues sí, HMV con justa razón reviró: “era mi empleado”. Puf. 

ESQUINA-BAJAN
Por el otro flanco, la Comisión de Selección del Sistema Anticorrupción, ha sumado dos bajas terribles: primero, Sergio Dávila Flores; ahora, Roberto Cabello. Hombres altos y gallardos, respetados en la comunidad, los cuales o no vieron claro el proceso, o algo los mortificó o de plano, se han distanciado por motivos que sólo ellos saben, pero que evidencian una gran factura en una Comisión que tiene entre sus miembros al sociólogo Luis García Abusaid, quien fue secretario Técnico por seis años de… Humberto Moreira en la gubernatura de Coahuila. Le digo lector, todos son priistas.

Ahora bien, en el ICAI faltan dos consejeros de cinco escaños, y éstos no se van a nombrar hasta que Rubén Moreira diga a quién. Así funciona el mundo real. Y un nombre que se baraja es el del secretario Técnico del ICAI, Javier Díez de Urdanivia del Valle, quien empieza a presumir su cercanía con su expatrón, Flores Mier, por lo cual, el Fiscal tendría controladas políticamente dos instituciones clave: Transparencia y Anticorrupción. El joven Del Valle, encargado de elaboración los dictámenes, resoluciones y manejo de información de transparencia en todas sus vertientes, me cuentan hacia el interior del organismo, no es muy ágil en su trabajo, carga con un rezago ingente desde el año pasado a la fecha (me cuentan de alrededor de 800 casos). Y, cuando la cosa se pone tensa a su alrededor, éste tiene una salida: “Hablen con Chuy…”. Pues sí, Jesús Flores Mier, su jefe.  

Días duros y difíciles para el Fiscal Flores Mier. Es urgente que infunda confianza, es urgente que  sus mensajes vayan con una dirección inequívoca: que la sociedad, los organismos civiles, que las universidades públicas y privadas, que los periodistas, reporteros e intelectuales de verdad libres y críticos (Luis Carlos Plata, Antonio de Galicia, Antonio Ruiz…) crean en él, en sus blasones y la puesta en práctica de verdad de una Fiscalía dura y sin ataduras. Y claro, tiene un gran obstáculo que no es cualquier cosa: los exámenes de confianza. Si acaso es reprobado, ¿el Congreso va a reponer todo el proceso? No poca cosa. Caray. 

LETRAS MINÚSCULAS
Flores Mier, entre el suelo y el cielo. Entre la espada y la pared. De él y sólo de él depende su futuro… regresaré al tema.