MÉRIDA.- El aparente poco avance de México en la generación de innovación y tecnología carece de registro y cuando se pretenden comunicar, otros ya lo han patentado en otra parte del mundo, afirmó Emilio del Río Pacheco, director de la Oficina Internacional de Transferencia Tecnológica (OITT) en México.

Dijo que existe una “devaluación de la creatividad”, por ello cuando una persona genera innovación y tecnología, existe poco interés por registrarla o desconoce que ha generado innovación y por ende, no sabe que puede obtener un beneficio de esta propuesta inventiva.

En el marco de la firma de un acuerdo de cooperación entre la OITT y la Universidad del Sur, enfatizó que en México existe “gran capacidad de resolver problemáticas tecnológicas y generar soluciones innovadoras, que una vez registradas, además de obtenerse una patente, también ingresos para desarrolladores”.

“No podemos olvidar que estamos incluidos en el grupo de los países más ricos del mundo (G-20), pero lamentablemente ocupamos los últimos sitios entre estas economías y de nuevo volvemos al hecho que mucho se debe a la falta de registro de nuestros inventos”, dijo.

“Para estas economías, el Producto Interno Bruto (PIB) es el principal indicador, es lo que le da el famoso superávit a muchas empresas, pero ello se logra más fácilmente cuando lo registramos legalmente”, indicó el directivo.

“Un ejemplo de esta capacidad económica y competitiva, agregó, lo vemos en Corea, hace 20 años estaba por debajo de nosotros y 20 años más tarde muy por arriba gracias a que adoptaron proceso como la mejora continua.

Llamó a los jóvenes universitarios a “sacar sus ideas” ya que están en la fase de aprendizaje donde la universidad orienta para generar tecnología, innovación, desarrollo y transferencia tecnológica y todo esto, genere un beneficio social.

El secretario académico de la Universidad del Sur, Rogelio López, destacó que impulsar estos esquemas de promoción al desarrollo tecnológico y la innovación, son fundamentales en tiempos en que los universitarios salen de las aulas con la intención de crear sus propias empresas.

“Cuando muchos alumnos egresan, ya lo hacen con su propia empresa, a veces hasta desarrollan tecnología y/o procesos que no existían y que la incubación tradicional no les puede ayudar a crecer por no desarrollan tecnología, de ahí la necesidad de alianzas con la OITT”, dijo.