Despenalización del aborto

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Despenalización del aborto

No se despenalizó el aborto o “la interrupción consentida del embarazo.” Es el nombre que busca suavizar un acto terrible. Es una buena noticia la decisión de los diputados. Así como lo es que en el caso del aborto por violación se requiera el aval del Ministerio Público. Esto dificulta un poco la acción. Lo ideal hubiera sido eliminar la parte del código que permite el aborto por violación o si él bebe va a tener una malformación genética. Esto último es racista, muchos de nosotros pudimos ser abortados si se nos hubiera hecho una secuenciación de todos nuestros genes. Una filosofía en la que solo es valioso lo que es útil, eficiente y placentero. “Si el criterio último de valor es la eficacia y la utilidad, la vida del más débil, que requeriría más acogida, es rechazada, considerada inútil, como un peso insoportable del que hay que deshacerse.” El aborto por violación, llamemos a las cosas por su nombre, es un tema polémico. Desde la distancia pareciera una justificación valida. Visto desde cerca el aborto por violación es un doble trauma: En un asalto sexual, a una mujer le roban su pureza. En la violación médica -que es el aborto- le roban su maternidad. Algunas mujeres conciben hijos producto de una violación, creen que tal vez Dios, o el destino, usará a los niños para un propósito más grande. El bien puede venir de un mal. Hay testimonios de mujeres, como el de Jackie Bakker: “Descubrí muy pronto que las consecuencias de mi aborto continuaron mucho después que el recuerdo de mi violación se había desvanecido. Me sentí vacía y horrible. Nadie me dijo acerca del dolor interno que causaría pesadillas y profundas depresiones. Ellos solo me dijeron que después del aborto podría continuar mi vida como si nada hubiera pasado.” Kathleen DeZeeuw: “He sobrevivido la violación y también he criado a un hijo concebido en una violación, me siento personalmente asaltada e insultada cada vez que escucho que el aborto debería ser legal en el caso de violación e incesto. Siento que somos usadas por los pro-aborto para promoverlo, incluso a pesar de que no nos han pedido que demos nuestra opinión. Julie Makimaa fue concebida en un acto de violación.  Julie también está muy orgullosa del valor y generosidad de su madre. Ella percibe así su origen: “No me importa como empecé. Lo que importa es en lo que me he convertido.”

 El problema del aborto es que no se protege el derecho a la vida de un ser humano indefenso. Y antes de las doce semanas ya se trata de un ser humano. “Si el embrión perteneciente a la especie biológica humana no fuera desde el primer momento un verdadero individuo humano no podría llegar a serlo en cierto momento sin contradecir la identidad de su propia esencia.”  Existe todo un adoctrinamiento pro- aborto que para justificarlo incluye temas filosóficos y metafísicos. Esa postura ideológica es tan perversa como el diablo cuando cita la Biblia. Usa argumentos de Santo Tomas de Aquino para aceptar el aborto. “Podemos deducir que, a pesar de la embriología insuficiente que tenía este teólogo medieval, consideraba como grave cualquiera de los dos tipos de aborto. El aborto en el caso de un feto no formado -sólo con alma vegetativa o con alma sensitiva- no llegaría a ser formalmente homicidio, pero sí un delito; en el caso de un feto formado, con alma espiritual, estaríamos ante un homicidio, un delito más grave…. Parece bastante obvio que si santo Tomás hubiera conocido la embriología moderna no habría tenido ningún reparo en identificar la fecundación humana -unión de un óvulo y un espermatozoide- como el momento de inicio de una nueva vida humana ya formada, al poseer todos los elementos biológicos y orgánicos a nivel unicelular, necesarios para ser identificada como tal. De vivir en nuestro tiempo, santo Tomás de Aquino llegaría a la conclusión de que un aborto precoz debería ser considerado como homicidio.”