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‘Divorce’: el retorno de Sarah Jessica Parker
Más de una década después, Sarah Jessica Parker está de regreso como protagonista de una serie de televisión. Este reciente proyecto se llama “Divorce” y es una nueva comedia de la cadena HBO.
En “Divorced”, Sarah Jessica Parker interpreta a Frances, mientras que Thomas Haden Church da vida a Robert. Los dos conforman un matrimonio de mediana edad con una dinámica familiar rutinaria y desgastada, hasta que un imprevisto en casa de su amiga Diane (Molly Shannon) les abre los ojos a la realidad: es hora de divorciarse.
De entrada lo digo: “Divorce” es un intento fallido de volver al encanto de “Sex and the City”, pero ahora con una historia no sobre “solteras” sino sobre “divorciadas”. ¿Funciona? Según mi primera impresión, para nada, y ahora les voy a decir por qué. Primero. Es una de estas nuevas comedias que se toman demasiado en serio. Quizá le haya funcionado a “Transparent” o a “Master of None”, pero no todos estos proyectos pueden presumir de un encanto nato. En este caso, “Divorce” se siente presuntuosa en sus formas, como si quisiera revelarnos alguna verdad absoluta sobre las relaciones maritales. Es, en este intento por parecer inteligente, donde pierde gran parte de la esencia humorística. Se siente acartonada, falsa, arrogante.
Segundo. La química entre sus personajes. Mientras que en “Sex and the City” soportábamos a Sarah Jessica Parker porque sus compañeras de reparto equilibraban el protagonismo, en esta ocasión se percibe una falta de pericia en el casting. Frances y Robert son como dos extraños sin química, y Frances y sus amigas son como extrañas sin química también. Mientras que Sarah Jessica Parker debe cargar con un peso innecesario, y eso le resta todavía más puntos a su actuación, e incluso a las del resto del elenco.
De ahí la tercera deficiencia: el humor. Una cosa es salir del pastelazo y la broma fácil y repetitiva, y otra es pretender que cualquier situación o diálogo medianamente irónico nos va a resultar divertido. La comedia en “Divorce”, para los estándares de HBO, es una de las más torpes que he visto en mi vida. Y volvemos al punto número uno: la pretensión. Es como si su creadora Sharon Horgan pensara que cualquier diálogo elevado debiera provocarnos una sonrisa cómplice. Error que se comete cuando se pierde la humildad, según yo.
“Divorce” es una de las comedias más decepcionantes que he visto en últimas fechas. La diferencia entre ella y “Sex and the City” es que esta última la criticábamos (nunca fue una adoración de la crítica), pero la veíamos. Era como un placer culpable en el que tanto mujeres como hombres caían. En cambio, “Divorce” es solamente criticable y por el momento, nada antojable. A mí no me quedaron ganas de esperar por el segundo episodio.
Mi calificación: 40 de 100 Mi Twitter: @CalladitaR