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Duelo a muerte por objetivos diferentes
VERACRUZ.- El momento de la verdad se acerca para los Tiburones Rojos del Veracruz, que en la penúltima jornada del Torneo Clausura 2017 recibirá a los Rayados de Monterrey en el que podría ser el último partido del Estadio Luis “Pirata” Fuente como parte de la Primera División de la Liga MX.
Los Tiburones llegan encendidos pero no salvados a este encuentro. La escuadra jarocha viene de derrotar en Ciudad Universitaria a Pumas, en un resultado que ya es histórico, pero solo el tiempo dirá si es efectivo.
Los dirigidos por Juan Antonio Luna llegan todavía con mucha incertidumbre al cierre del Clausura, sobre todo por los rivales que tiene en el horizonte: nada más y nada menos que los dos equipos líderes de la competencia. Después de los Rayados, Veracruz visitará a Tijuana en la frontera.
Más allá del resultado en CU, el panorama escualo es diferente para esta ocasión: el Veracruz ya no está en el sótano de la tabla de cocientes y depende de sí mismo para salvarse. Por ello, será vital conseguir los tres puntos en el coloso del Fraccionamiento Virginia y evitar mayores sufrimientos en Baja California para el día del juicio final.
Incluso los Tiburones podrían salvarse matemáticamente en esta misma fecha en caso de un triunfo frente a los norteños y una derrota de Morelia en casa frente a los mismos Pumas quienes en dos semanas podrían convertirse en el equipo más popular de Boca del Río y sus alrededores. Son demasiados ingredientes para pensar en que los jarochos jugarán este encuentro como si fuera el último de sus vidas.
“Siempre los equipos que pelean el descenso juegan cada partido a muerte, se tiran de cabeza para sacar los resultados, saben que están en la quema, Veracruz se va a jugar hasta la última jornada ese tema, será un partido intenso, físico, debemos ser inteligentes”, afirmó en la semana Jesús Molina, mediocampista de Monterrey.
Los Rayados también llegan con el pecho inflado al puerto. La escuadra que dirige Antonio Mohamed, ya clasificada con 27 puntos en el Clausura, viene de ganar el clásico regio ante los Tigres y hay más de una buena señal para pensar en que “La Pandilla” estará presta a ser candidata a disputar el título.
Quizás el último objetivo pendiente de los albiazules será, sin duda, el liderato de la competencia, hoy en manos de los Xolos de Tijuana. El ganar el partido que abre la Jornada 16 pondría presión extra a los dirigidos por Miguel Herrera.
Amargos recuerdos de Veracruz
Coincidencias del destino o no, los Tiburones Rojos se jugarán la permanencia en primera división cerrando el Clausura 2017 contra los directores técnicos que ocuparon su banquillo en el torneo en el que perdieron la categoría por última vez en el 2008.
Antonio Mohamed con Monterrey y Miguel Herrera con los Xolos serán los rivales con los que Veracruz tendrá que definir su futuro.
Fue en el Clausura 2008 cuando el cuadro jarocho se fue en picada hasta concretarse su último descenso. El Turco llegó una campaña antes (Apertura 2007) para dirigir los últimos seis duelos, donde solo consiguió dos triunfos, dos empates y dos derrotas, para terminar penúltimo en la tabla porcentual.
La directiva solo le aguantó dos partidos al argentino en el siguiente semestre, porque dos derrotas consecutivas ante Morelia y Atlas derivaron en la salida del estratega y la llegada del Piojo.
Sin embargo, Herrera poco pudo hacer para evitar el descenso de los Tiburones, pues de los 15 partidos que dirigió solo pudo sacar cuatro triunfos y cinco empates, cerrando ese torneo con 17 puntos y en el antepenúltimo lugar de la tabla general.
Santos y Puebla, que ocupaban las últimas dos posiciones del cociente al final del Apertura 2007 registraron 31 y 21 puntos en el Clausura 2008, respectivamente, con los cuales lograron salvarse y mandar a Veracruz a la división de ascenso.
‘Piojo’ tomó a un equipo de veracruz ya en caída libre luego de que Mohamed nunca pudo levantarlo.