Arthur Blank, dueño de los Falcons de Atlanta, se contagió de la fiebre del Super Bowl y prometió llevar a todos sus empleados a Houston, para ver el duelo ante los Patriots de Nueva Inglaterra. 

El presidente del equipo, Rich McKay, dijo esperar que unos 500 asociados hagan el viaje.

"El fútbol americano es el máximo juego de equipo y va más allá de la gente que se ve en el campo. Se requiere de mucha gente para operar a un equipo exitoso de la NFL y las personas trabajan muy, muy duro todo el año. Arthur ama a los asociados y uno de nuestros valores nucleares es 'Incluye a Todos'. Desea que aquellos que han ayudado a nuestro equipo alcanzar el Super Bowl tengan la oportunidad de ver el partido en vivo en Houston", dijo McKay a través de un comunicado. 

Y no es para menos tanta alegría, los Falcons alcanzaron el Super Bowl por segunda ocasión en su historia. La primera fue en 1998 cuando cayeron ante los poderosos Broncos de John Elway.

En las últimas semanas, Arthur Blank ha cobrado relevancia, luego de los momentos de felicidad que vive el equipo. En el juego por la Conferencia Nacional, bailó junto a los jugadores, luego de vencer a los Packers de Green Bay.

Ahora los Falcons pueden cambiar la historia y llevarse el Super Bowl, pues tendrán a mucha gente de su lado.