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Educación doméstica apantallada
Un proyecto de emergencia trae el aula al hogar. En la pantalla de las caricaturas, las novelas y los deportes se sintonizan ahora eso que se ha llamado coloquialmente “las clases”.
Se tendrán que despertar las aptitudes pedagógicas paternas y maternas en horarios fuera de horas de trabajo. La autodisciplina dependerá, en parte, del ambiente que se logre en el entorno que ya no es de “salón” y requerirá adaptaciones ambientales donde haya espacio o tendrá que coincidir con el movimiento y el barullo circundante.
Se trata de un periodo confinado en espera de las mitigaciones cuya duración se ha ido haciendo elástica. El reto era no perder año escolar y, por vías alternas, seguir cumpliendo el propósito de transmitir conocimientos, informaciones y motivaciones.
De por sí esta generación audiovisual tiene ya un cierto hábito en el manejo cibernético. No se llegó al nivel robótico, pero los ojos y oídos de niños y jóvenes tendrán delante esa realidad en conserva que los mantendrá activos en la dinámica de su formación integral.
INMUNIDADES TEMPORALES
Se habla de que, frente a los SARS, se podrán lograr inmunidades temporales por la fuerza del plasma y después, quizá, por la acción de las vacunas que ya están prontas al alumbramiento público, en algunos casos prematuro, y empiezan en etapa final a aplicarse, todavía en plan experimental, en el cuerpo de voluntarios. De los resultados evidentes vendrá la extensión de la vacunación a personal sanitario y ciudadanos incluidos en los grupos vulnerables.
La inmunidad por alimentación sana y balanceada irá, paulatinamente reforzándose al enfrentar al azúcar, a las grasas y harinas y a la sal para evitar que diabéticos, obesos e hipertensos sigan siendo víctimas con desenlaces fatales.
Las comidas típicas deleitan paladares y acaban rompiendo equilibrios y dañando órganos porque también reclaman consumo exorbitante.
ENTRETENIMIENTOS DE CINÉFILOS
Ya no eligen tanto las filmaciones de realidad. Prefieren fugarse de ella con proyecciones de fantasía, de efectos especiales, de acción intensa o presentando los superheroísmos de humanidades superpoderosas. El tiempo libre tiene el asedio estimulante de todos los juegos, cuya duración es capaz de devorar tardes y noches de televidentes insomnes.
Mucha es la oferta audiovisual que busca gente vacía, sin vida interior, sin proyectos en marcha y, por ello, con capacidad de aburrimiento para robarle una atención que queda secuestrada, sin disfrutar de algo verdaderamente recreativo.
DEPORTE DE GRADERÍO SILECIOSO
Los aficionados no se han perdido partidos.
Los acostumbrados a invertir en entradas y ocupar su asiento en medio del griterío del estadio, están ahora en casa, en porra solitaria. Los encuentros nacionales e internacionales se dan con graderío silencioso. A los jugadores también les hace falta el estímulo visual de los colores de su equipo en las gradas, escuchar los aplausos y ver las olas.
Son impresionantes los signos de solidaridad con los familiares de todos los aficionados que ya no estarán presentes corporalmente, como tampoco algunos jugadores que ya no tocarán el balón. Afición y equipos no quieren que quede suprimido ese aliento entusiasta deportivo que da ánimo para afrontar adversidades. El riesgo para todos en este partido existencial hace que esa representación de la vida, que es cada partido, no quede confinada en un paréntesis de pasividad...