“Este trabajo consiste en entrar en contacto con personas del medio creativo de cada ciudad o simplemente que quieran compartir sus ideas y quieran hacer un trabajo colaborativo para finalmente yo poderme impregnar de la cultura y a través de una fusión de ideas poder reinventar y reapropiarse ciertos elementos de lo cotidiano”, agregó.
Otro de los objetivos, además de la creación de la obra artística, es la reintegración del sarape al uso cotidiano y que “no sea nada más una pieza de exposición u ornamental, sino que también se integre en la vida cotidiana de la gente. En este caso estamos proponiendo diferentes diseños de moda, diferentes atuendos, que correspondan a la utilización y a la forma del sarape, para que también puedan ser utilitarios”.
Sin embargo, tal proyecto requiere más que sólo una semana de trabajo para llevarse a conclusión, por ello, el performance, es la pieza culminante de sus esfuerzos en la ciudad.
En él, los alumnos Lorena Peña, Víctor Aramis Rodríguez, Alison Flores y Guillermo Cepeda representan a través de movimientos “la transición entre el agua y el desierto y en ese caso sería a millones de antes cuando aún este territorio estaba cubierto por mar y que se fue secando para formar lo que hoy es el desierto, que también mantiene mucha vida y otro tipo de vegetación”.
“Se le propuso a los alumnos de último semestre de la escuela de artes este taller y ha sido una colaboración muy linda, porque a partir de las mismas historias, de los elementos que para ellos son importantes y representativos de Saltillo hemos elaborado esta pieza”, comentó Gulibert.