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‘El Bronco’ en la boleta
“Haiga sido como haiga sido” —frase emblemática de Felipe Calderón— el tristemente célebre Jaime Rodríguez, conocido por sus fans como “El Bronco”, logró revertir el dictamen del INE por virtud del cual su candidatura presidencial se había ido al carajo. De esa forma, el Gobernador con licencia del vecino estado de Nuevo León, ya aseguró un espacio en la boleta electoral que habrá de utilizarse el primer día del mes de julio.
Fue el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), comandado por Janine Otálora Malassis (quien, por cierto, votó en contra de la resolución de marras), el órgano que se encargó de resucitar a Rodríguez Calderón en su chabacano anhelo de cambiar la montura de su caballo por la principal silla de Palacio Nacional. Al respecto, el máximo tribunal electoral del país consideró fundados los alegatos de “El Bronco” en el sentido de que no se le permitió verificar conjuntamente con la autoridad la totalidad de los apoyos ciudadanos que obtuvo, violando en su perjuicio la garantía de audiencia en el proceso de revisión; además de que le fue negado su derecho a ejercer una adecuada y completa defensa, toda vez que el procedimiento instaurado por el INE (mediante la aplicación para teléfonos móviles a la cual me referí en artículos anteriores) impidió al quejoso contar con argumentos y ofrecer pruebas adecuadas para desestimar la decisión de rechazar su candidatura.
Vale la pena recordar que, en su momento, el INE detectó una serie de irregularidades en el registro de las firmas que consiguió el neoleonés con el objetivo de respaldar sus aspiraciones. Para ser claros, según lo dictaminado por el mencionado organismo electoral, algunos de los firmantes estaban dados de baja del padrón electoral por defunción. ¡Sí, mamá!, sin sesión espiritista de por medio, más de 7 mil 400 muertos ofrecieron su apoyo al botudo independiente. Por su parte, fueron detectadas más de 6 mil 600 persona que no se encontraban registradas en el padrón electoral, es decir, que nunca solicitaron siquiera su credencial de elector y, sin embargo, también respaldaron al originario de Galeana; adicionalmente, se descubrieron más de 266 mil firmantes cuya clave de elector aparece duplicada. Lo anterior, sin contar con las observaciones relacionadas con los más de 17 millones de pesos de financiamiento sospechoso a favor de “El Bronco”; los gastos no reportados por su equipo, que superan la cifra de 1.6 millones, o los funcionarios del gobierno de Nuevo León investigados por recabar firmas de apoyo a su jefe en días y horas hábiles.
Ante tal escenario, es indispensable precisar que la determinación adoptada por el TEPJF por mayoría de votos (4 a favor y 3 en contra), de manera alguna implica la validación de las firmas que no cumplieron con los parámetros previamente establecidos, ya que la sentencia aludida “deriva de las deficiencias advertidas en los actos procesales que originaron la negativa de su registro”, según reza el boletín emitido por autoridad jurisdiccional. Dicho de otra forma, nuevamente el INE se tropezó con su propio pie, al no establecer con claridad las reglas para la verificación de las mentadas firmas de respaldo, razón por la cual el referido organismo se vio obligado a ofrecer al independiente un “usted disculpe señor Don Bronco”.
Las reacciones respecto a la resurrección política del polémico personaje no se hicieron esperar. Tirios y Troyanos se dijeron sorprendidos con la resolución, pero también mencionaron que la respetarían, al tiempo que daban la bienvenida a la contienda electoral a un nuevo candidato. El que –fiel a su costumbre– aprovechó el rifirrafe para despotricar contra las instituciones electorales mexicanas, fue el señor de apellido López. Y es que, ante la enderezada de plana que (otra vez) el TEPJF le recetó al INE, el “peje” no podía permanecer callado y –palabras más, palabras menos– dijo que el veredicto a favor del independiente era una farsa orquestada por la “mafia en el poder”. Todo indica que al eterno candidato ya se le acabaron las ideas y, frente a cualquier circunstancia, utiliza el mismo calificativo.
Aquí en confianza, dicen las lenguas de doble filo que los que estallaron de júbilo al enterarse del fallo emitido por el Tribunal Electoral fueron los neoloneses, quienes le rezaban hasta al “enmascarado de plata”, para que su “Bronco” no regresara a mal gobernarlos. “¡Así de juerte, amá!” dijera (nuevamente la cito) la simpática Fernanda del Bosque.