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El carrito azul
El carrito azul está desvencijado. Tanto ha tratado de virar –lo mismo hacia la izquierda que a la derecha– que las luces direccionales terminaron por fundirse y, debido a la ruptura del anillo de la cremallera, el volante se ha endurecido. Lo aceleraron en frío y el motor se desgastó porque el aceite se quedó en el cárter. En sus recurrentes bajadas el conductor pisó a fondo el freno sin lograr detener la marcha, lo que produjo la deformación de los discos y una ruidosa vibración que parece no tener remedio. Tiene dos llantas pinchadas gracias a unos enormes bordos –parecidos a los que colocó Chilo– en los que no se disminuyó adecuadamente la velocidad. En cada curva va dejando piezas tiradas en el camino; irreparablemente al carrito azul se le averió el silinguinsin, ese que está entre la chafaldrana y la espiroqueta, dijeran los que saben.
Pese al desbordado talento que mostró al aventarse un “palomazo” –junto a Juan Zepeda– en el que interpretó al piano la versión (más) mal cantada del conocido tema ADO del TRI, Ricardo Anaya se va quedando sin comparsa rumbo a la candidatura presidencial de la ahora llamada coalición “Por México al Frente”, integrada por el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano. Uno a uno, algunos panistas de rancio abolengo han decidido bajarse del carrito al ver que el combustible no le alcanzará para llegar a la ansiada meta.
Quien ocupó la titularidad de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social en el sexenio de Felipe Calderón y más tarde se convirtiera en un aguerrido Senador de la República, Javier Lozano Alarcón, anunció con bombo y platillo su renuncia al Partido Acción Nacional. En un video difundido el día de ayer, a través de medios convencionales y redes sociales, el poblano dio cuenta de su separación de las filas azules y, ya entrado en gastos, aprovechó para suministrar la correspondiente abollada en la corona del apodado “Cerillo”. Palabras más, palabras menos, Lozano arremetió contra Ricardo Anaya al calificarlo como un “joven dictador” quien, con candidez e impunidad, ha imitado las peores prácticas de los partidos políticos a los cuales han criticado. Remató el Senador afirmando: “Actúo en estricta congruencia con lo que soy y con lo que creo pues no quiero dejar en manos de demagogos, populistas, irresponsables, tramposos, corruptos, traidores e inexpertos la administración pública”. Con esta “breve” relación de adjetivos que atribuye a sus ahora excompañeros de partido, Lozano Alarcón se despidió del panismo sin especificar el futuro político al cual aspira. Hay quienes aseveran que ya coquetea con representantes de la campaña de Pepe Meade, de quien se ha referido siempre en forma positiva, principalmente por su desempeño al frente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Javier Lozano se suma a una larga, muy larga lista de panistas inconformes con las decisiones y prácticas del otrora dirigente nacional albiazul. La margarita comenzó a deshojarse precisamente con la salida de Margarita Zavala, de quien se dice contaba con mejores credenciales para representar al PAN en la contienda presidencial. No pasaría mucho tiempo para que Ernesto Cordero, Salvador Vega, Jorge Luis Lavalle y Roberto Gil Zuarth, entre otros, hicieran manifiesto su rechazo ante lo que consideraron imposiciones por parte de su líder, quien se dio vuelo utilizando los espacios reservados al PAN para promover su imagen en los medios de comunicación; además de “traicionar” –según dicen– la agenda legislativa que los panistas habían acordado.
Aquí en confianza, el camino se antoja cuesta arriba para el carrito azul y su novel conductor disfrazado de experimentado piloto de la Fórmula 1. Por lo pronto la Comisión de Quejas y Denuncias del INE rechazó la solicitud de Morena para bajar del aire los spots de radio y televisión de MC, por lo que seguiremos viendo y escuchando –tal vez hasta el hartazgo– al simpático Yuawi López y su canción Movimiento Naranja. Al respecto, hay quienes le rezan a todos los santos para que la pegajosa tonada del tema –que se ha convertido en un fenómeno de las redes sociales y su ya popular baile– se transforme en la gasolina que pronto, muy pronto, requerirá el maltrecho carrito azul. Al tiempo.
@Ivo_Garza