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El desdeñado Poder Legislativo
La clase política no goza de las simpatías del pueblo de México por infinidad de razones, y los más repudiados son los legisladores. Hay un señalamiento prácticamente permanente de denuncia respecto a la supremacía del Poder Ejecutivo sobre el Poder Legislativo, atribuyéndole a esto –y sin que falte razón– la enteca democracia que tenemos y los niveles escandalosos de corrupción pública que a la fecha se viven. La división de poderes en nuestro País sólo es fantasía, letra muerta en la Constitución de la República, el presidencialismo sigue vivo y ultrajando el mundo del deber ser. Para infortunio de México y beneplácito del vetusto sistema priista, al grueso de los mexicanos no les quita el sueño, ni estiman importante la conformación del Poder Legislativo, cuando debiera ser primacía, dadas las funciones que le ha otorgado el Poder Constituyente. De la conformación y desempeño de diputados y senadores, en cualquier país democrático, depende la bonanza de una nación. Las funciones del Poder Legislativo se enmarcan en 10 grandes ejes, me voy a permitir compartirle cuatro de ellas, porque deseo que usted, que tan gentilmente me lee, pondere la importancia y el impacto de su actuación en la vida pública de nuestro México.
La función de control del poder legislativo es sustantiva, porque es de la que deriva uno de los principios torales de la división de poderes, la de contrapeso, la del equilibrio impuesto por el Poder Constituyente –el que crea la Constitución y a los tres poderes– para contrarrestar la extralimitación del Poder Ejecutivo y obligarlo a circunscribirse al cumplimiento de facultades y funciones expresas. Es la tarea política por excelencia porque genera una permanente rendición de cuentas. ¿Estima usted que cumple el Congreso con esta función?
La representativa: esta es primordial, porque los legisladores son la voz, como conocedores de la realidad de la sociedad de la que provienen, y partiendo de este supuesto, tienen el deber a través de su quehacer de hacedores del orden jurídico de que esto se vea reflejado en sus contenidos, de tal suerte que a través de ellos se cumpla con la teleología del Estado –entendido como organización –que es nada más y nada menos, que la generación del bien común. En las cámaras está representada la diversidad de la nación. Por eso es importante que usted decida racionalmente, con objetividad, a quien le va a otorgar su confianza para que lo represente. ¿Usted se siente representado?
La deliberativa: con ella se garantiza el respeto a los derechos democráticos de las minorías. A través de la deliberación, del debate en el seno del Congreso, de todas las voces se perfecciona la democracia, se llega al acuerdo emanado de la mayoría con la condicionante de que han de salvaguardarse los derechos de la minoría. ¿Ocurre así?
La función legislativa: la función legislativa del Congreso estriba en que a través de un proceso determinado en la Constitución, las Cámaras producen o formulan las normas jurídicas. Esta labor es a la que se destinan la mayor parte de los esfuerzos de los legisladores. Se van a hacer leyes ad hoc si el legislador conoce la realidad de su comunidad, si tiene compromiso con quienes lo eligieron, si está claro el tamaño de la encomienda y la responsabilidad que esto implica y también si respeta valores y principios éticos. Si carece de esto, será uno más de los pillos del montón que se han encargado de pudrir este quehacer fundamental del Estado. ¿Vio usted el sainete de la aprobación de la Ley de Seguridad Interior, que tuvo lugar esta semana en la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión?
La cuarta es la función presupuestal, es la que históricamente originó el nacimiento el Poder Legislativo. Es muy parecida a la de control político, solo que esta va dirigida específicamente a los ingresos y egresos de la hacienda pública, en virtud de ella se aprueba, se modifica o no se aprueba todo lo relativo al gasto público y se evalúa la rendición de cuentas. ¿Satisfecho con los resultados?
Mientras los mexicanos no tengamos claro el peso específico del Poder Legislativo y la importancia de elegir con lupa a los integrantes de las dos Cámaras, nuestro País seguirá preso de un presidencialismo deleznable y de un Legislativo controlado por una mayoría servil, cobarde y buena para nada. El Ejecutivo tiene un freno, es el Legislativo, pero en este País, simple y llanamente, no funciona así. Usted, como ciudadano, como mexicano, es el único que puede terminar con esta parálisis. Vuelva la vista hacia el Poder Legislativo, conózcalo por favor.
Posdata: Todos los dictadores son repudiables, ayer cerró su período Rubén Moreira. Pobre Coahuila, dos Moreira…
@estherquintanas