‘El incendio tiene todo a su favor’, condiciones dificultan combate al fuego

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‘El incendio tiene todo a su favor’, condiciones dificultan combate al fuego

Después de casi dos días del incendio activo, autoridades estiman que la superficie afectada asciende a 3 mil 500 hectáreas. OMAR SAUCEDO
Debido al viento y la nula humedad, ayer solo se pudo trabajar seis horas en la mañana y por la tarde se hicieron descargas de agua con los helicópteros

El incendio continuó su paso por la sierra de Arteaga, devorando flora, fauna, propiedades, viviendas con su lengua de fuego, mientras a primera hora de la mañana de ayer, los brigadistas combatieron las llamas entre nubes de humo; sin embargo, las condiciones climatológicas fueron adversas para los esfuerzos humanos y se detuvieron las labores para evitar poner en riesgo la vida de rescatistas y voluntarios.

“Lo platicaba con el general Andrés Nájera, que es especialista en el tema del manejo de fuego, y dice que el incendio tiene todo a su favor, nosotros no tenemos condiciones a nuestro favor”, dijo la bióloga Eglantina Canales, secretaria de Medio Ambiente de Coahuila en entrevista con VANGUARDIA.

Desde las 05:00 horas, 130 brigadistas de corporaciones municipales, estatales y asociaciones civiles, 160 elementos del Ejército Mexicano y 30 de la Guardia Nacional se empezaron a congregar para iniciar labores de combate a las 07:00 horas.

Y continuaron durante al menos 6 horas, pues alrededor de las 13:00 horas se ordenó la desmovilización de las brigadas.

Las condiciones climatológicas jugaron en contra: las fuertes rachas de viento, superiores a 25 kilómetros por hora, alentaron el desplazamiento voraz de las llamas e impidieron el vuelo de los helicópteros y la humedad ambiental era nula, además se vivían las horas más calientes del día, lo cual aumentaba el riesgo.

“Cuando las condiciones son muy complicadas, no estamos dispuestos a perder vidas”, señaló la titular de la SMA.

Y es que desde la carretera que conduce a la zona del incendio todavía había puntos de fuego que provocaron deslaves, tanto de flora pequeña en llamas como de piedras y pinos. El crepitar de la madera era incesante, el humo se volvía denso y las fumarolas crecían en el horizonte.

“Existen condiciones inestables; el incendio está muy activo, con mucho material pesado, como troncos de árboles y árboles adultos que tardan mucho en consumirse, lo que permite que el incendio no se apague tan fácil, pero al mismo tiempo que se siga propagando”, informó la bióloga Eglantina Canales en el comunicado oficial.

Para personas no capacitadas, la posibilidad de lastimarse o intoxicarse era muy alta, por eso también se restringió el acceso de civiles mediante dos filtros con elementos de la Policía Estatal y Policía Civil de Coahuila.

En el primero, ubicado a unos 10 minutos de la plaza principal de Los Lirios, habitantes de San Rafael, uno de las comunidades más afectadas, cuyos pobladores fueron evacuados el martes, quisieron pasar y exigieron a las autoridades su apoyo, pues querían ver las condiciones de sus propiedades y animales.

Algunos llegaron con pipas de agua, las cuales sí pudieron ingresar escoltadas por una patrulla, pero la gente se tuvo que quedar, con angustia e incertidumbre, frente a elementos de seguridad que les explicaron la situación. El altercado fue de palabras.

De acuerdo con el gobierno estatal, a las 17:00 horas las condiciones climatológicas dieron tregua y permitieron hacer descargas de agua sobre el incendio a través de tres helicópteros, con los cuales se hicieron vuelos de seguridad y transporte de personal.

Al final de la jornada de ayer, se estimó un área afectada de 3 mil 500 hectáreas.