Benéfica es la migración para una mejor humanidad.

Se da dentro de los países y hacia fuera de ellos. Cada provincia, cada estado, cada nación construye su muro para evitar un éxodo. 

No es el muro de acero y cemento, de esos que se anticipan en modelos de medio millón de dólares la muestra, para escoger uno entre todos. Son muros, no para evitar la migración, sino para evitar la evasión, la fuga de brazos y cerebros. No sólo los construyen los países poderosos, sino los países vecinos. 

Un muro de justicia social, de educación integral de calidad. Muro de legislación y vigilancia que da seguridad, de sanciones oportunas, proporcionadas y eficaces para evitar impunidad. Un muro de empleos suficientes bien remunerados, sin regiones empobrecidas y rezagadas. Un muro de transparente administración que despierta confianza en los contribuyentes. No se impedirían los viajes, pero disminuiría el número de quienes digan: “ya no quiero vivir aquí”.

Una muralla de campos cultivados con riego suficiente y cosechas abundantes. Una extracción de gases y minerales sin daños ecológicos. Una vida política por encima de intereses grupales o individualistas. Un ambiente entonces del que nadie quiera huir. En el que puedan echarse raíces y edificar futuros. Ese valladar podrá detener cualquier emigración de huida y no detendrá la mejor inmigración que enriquece y complementa.

Jornadas cortas, salarios suficientes y crecientes, capacitaciones constantes, protección nunca deficiente. Derechos respetados y relaciones humanas siempre mejoradas. Son materiales más recios que el acero y el cemento para impedir que un país huya de sí mismo. Ese es el muro necesario. Es el que anhelaron los que murieron luchando, el que debió edificarse en sexenios pasados y continuarse en los siguientes como tarea de regímenes y de ciudadanía.

Las fronteras no son murallas chinas o muros de Berlín, sino paredes de justicia y paz, de solvencia y solidaridad. No necesitan muestras caras, impenetrables y altísimas sólo propósitos unánimes y proyectos inteligentes que desemboquen en procesos de incansable edificación cotidiana...